2 de Agosto 2012


MUNDO SIN COLA

El 21 de diciembre se acaba el mundo. O eso dijeron los mayas, que después de 26.000 años, los planetas se alinean. Yo no sé si será verdad o no, pero una cosa tengo clara, si viviese en Bolivia en diciembre, sí que querría morirme.

No es por vivir en un país pobre encima de una montaña, que también, sino porque según ha decretado el gobierno boliviano, a partir del 21 de diciembre mandarán a tomar por saco el capitalismo y no se les ha ocurrido otra manera que prohibiendo la Coca-Cola.

Además del intrascendente asunto que significa que los bolivianos no puedan beber lo que les salga de la polla (y no me refiero a algo literal) y el tema de la libertad y demás que por allá no parece que tengan muy claro, yo como adicto a la Coca-Cola y paladín de la causa, me siento horrorizado.

Me da igual que se vendan otras bebidas en su lugar. No sé cuál será la situación de Pepsi a partir de ese momento o si se empiezan a vender Coca-Energy o moccochinche o agüita de wilcaparu. Además de que la Coca-Cola es, en sabor, inigualable, el precio de los dos es muy diferente. Una botella de 2 litros de Coca-Cola cuesta 65 centavos. Lo mismo de mierda de melocotón hervido que beben allá cuesta 1,20. Casi el doble.

Supongo que si está locura estuviese aquí, y de repente se prohibiese la Coca-Cola aquí probablemente emigraría. No quiero vivir en un mundo en el que no vuelva a deleitarme con el rico sabor refrescante de la agua carbonatada, hoja de coca, cafeína y una cantidad poco aconsejable de edulcorantes y conservantes. Mmmm, ¡qué rica!

Un beso.

Escrito por Jake| 2 de Agosto 2012 a las 10:19 AM|


Comentarios

Y tras la prohibición pondrán centro de desintoxicación.

El Replicante es Inagotable| 3 de Agosto 2012 a las 10:26 AM

Deberían poner centros de desintoxicación de llevar ponchos y no de coca-colas!

El Replicante es Jake| 3 de Agosto 2012 a las 10:42 AM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?