BARBARROJA

Yo soy de barba. No de barba de tres días ni de siete. Ni de hacerme recortes imposibles ni chorraditas, ni dejarme partes que sí y partes que no. Yo soy de barba al estilo Joaquin Phoenix (por poner a un hombre casi tan atractivo como yo) y si pudiera me la dejaría como los chicos de ZZ Top, pero mi barba se enreda demasiado. Pero soy de barba y no de esas mariconadas que se deja la gente ahora. Barbas como las de antes, coño. Barbotas.

¿Por qué? Porque si no te afeitas habitualmente, el pelo de la barba te sale suave y es como una almohada de pelo de ganso. Me encanta atusarme la barba mientras pienso y rascármela y peinarme las canas de mi barba... bueno, no voy a deciros todos las grandes cosas que se pueden hacer con barbas. Si queréis saberlas, ¡dejaos la vuestra!

Pero hace calor y el calor y las barbas no molan. Así que decidí afeitármela con el propósito de que en otoño y la llegada del frío ya habría vuelto mi maravillosa barbota descuidada..

Lo que no contaba era que con eso de ir a tomar el sol cuando me afeité tenía la cara dividida en dos: la parte roja/morena y la parte blanca translúcida de la barba. Ahora mi cara parece la camiseta del Bilbao.

Voy a ver si busco una manera de pintarme el resto de la cara de azul y así no nos equivocamos con el color.

Un beso.