MORAL DRACONIANA

Fernando Sánchez Dragó cuenta en su último libro, Dios los cría... un montón de gilipolleces en forma de conversación con su amigo Albert Boadella. Entre otras chorradas, dice que le hubiese gustado haber sido víctima de abusos y que él no se traumatizaría. Olé sus cojones.

En realidad, lo que ha puesto toda España con las manos en la cabeza -y la mitad de Japón- es que cuenta que se trincó a dos japonesas de trece años en un arranque de pasión.

Explica que saliendo del metro se encontró "con unas lolitas de ésas -ahora hay muchas- que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda". Él salía del metro y se las encontró de frente, siempre según su relato. El presentador de televisión sigue narrando su "peripecia" dando detalles: se las llevó a un bar cercano y "las muy ... se pusieron a turnarse".

El autor, que califica el encuentro de "partida de ping-pong", se jacta de explicarlo ahora porque "el crimen ya ha prescrito", aunque asegura que "las delincuentes eran ellas". A Dragó no le importa reconocer que "si en aquel momento me hubieran pedido que firmara un cheque por el total del poco dinero que tenía entonces, lo hubiese firmado sin pestañear". Además dice que en este acto que "las delincuentes eran ellas. No yo".

Pasan los días y se arma la de Dios es Cristo. Que si es un pedófilo, que si es un hijo de puta... Las librerías dejan de vender su libro. Viajes Barceló cancela un acuerdo que tenía para que la gente que viajase a Japón, le conociese. En Telemadrid piden su despido por comportamiento inmoral.

A mi lo de su comportamiento me da un poco igual. ¿Quién no se ha follado a dos treceañeras japonesas vestidas como putas? Prácticamente lo haces sin querer. Un día, sin enterarte estás follandote a a lo perrito mientras la otra está debajo suyo comiéndole el coño. Lo típico.

En España y en Japón es legal follar con treceañeros -o entre treceañeros- siempre que sea sexo consentido. Así que por lo que a mi respecto Drago Dragón podría practicar la necrofilia con burros. El hecho de que esté mal visto es otro tema.

A mi lo que me molesta es todo lo demás. Primero Dragó se excusa diciendo que todo era mentira y que lo dice para hacerse el chulito. Pero yo no me lo creo. Si era mentira, ¿porque lo cuenta ahora "porque ya ha preescrito"? Si en su carta de disculpa empieza diciendo que es legal follar con treceañeros, ¿por qué se disculpa? Sobretodo, porque unas cuentas líneas después, Dragó dice en su libro que a él le gustan las chicas "de quince. Llámame viejo verde. Llámame como quieras, pero es así. Para mí no hay nada como la piel tersa, las tetitas como capullos y el chochito rosáceo..." De trece, de quince... ¿hay tanta diferencia? El chochito rosáceo lo tienen las dos. En fin, que Dragó se contradice.

Además que Sánchez Dragó, valladar de la moral y de la correción, que siempre está diciendo cosas como que se ha perdido la moral y el honor de otras épocas... ¿este es el tipo de moral que intenta reinculcar? Espera, que voy a por mi garrote.

Pero lo peor estaba por llegar. Le preguntan a la Espe por qué no ha despedido al señor Dragó, básicamente, porque la reputación de la empresa queda en entredicho y a ella no se le ocurre otra cosa que decir que así es la literatura. "La historia de la literatura está plagada de relatos de actos absolutamente reprobables. García Márquez, Henry Miller, Gil de Biedma... ¿Qué pasa, que hay que quemar los libros en la hoguera? ¿Hay que quemar a los autores?".

Habría que recordarle a la Aguirre la diferencia entre ficción y realidad. Que lo que hace el señor Dragó es un libro medio de opinión y medio biográfico. A lo mejor la alcaldesa no distingue entre ficción y realidad y cree que El señor de los Anillos sucedió en Navalcarnero. ¡Qué hipócrita es la Esperanza! No dudó en atacar a Wyoming por lo del caso de Tertsch, y ahora... esto. Qué vergüenza. No me extraña que nadie vea Telemadrid.

Un beso.