GRINDHOUSE 2

Por fin he visto Death Proof, la segunda parte del Grindhouse que nos han presentado Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, junto a Planet Terror, de la que ya hablamos aquí.

A mi me ha gustado. Porque la peli mola. Hay hostias. Hay mala leche. Hay conversaciones buenas y escenas grandiosas. Así que para mi gusto, no ha sido tirar el dinero ir al cine a verla.

Sin embargo, es verdad que esta película es la peor de todas las que tiene el señor Tarantino. Y es la peor porque esta película, más que un largometraje, parece un cortometraje o incluso un trailer. Y es que, en realidad, no tiene ningún argumento. Y por mucho que intente alargarla para que llegue a las dos horas, lo que hace es aburrirnos con una especie de trafondo de unos personajes que no tienen ninguno.

La película se divide en dos partes. La primera donde Stuntman Mike gana, y la segunda, donde Stuntman Mike es vapuleado. Bien. Pues la primera parte es absolutamente prescindible. Es verdad que hay un par de cosas que molan, como el baile sexy de Vanessa Ferlito o alguna de las conversaciones que mantiene, sobretodo, Kurt Russell. Y por supuesto mola la hostia final. Pero a lo que el guión se refiere, esta parte sobra entera.

De la segunda parte también sobran trozos, pero menos. Ya que la película, en realidad, es esta parte, es normal que nos haga conocer mejor a las chicas que luego se enfrentarán al malo de Mike. ¿Por qué nos pone lo otro? Porque si no, sólo duraría cuarenta y cinco minutos la película, quizás un poco más.

También tiene un par de detallitos.
- Como que la música del móvil de Rosario Dawson sea la música de Kill Bill o que el coche que tengan al principio también salga en esa película.
- Además, que hay un momento en el que sale una escena de Planet Terror, y es cuando llevan a Mike al hospital y salen varios personajes de la película de Rodríguez. Supongo que para darle algún punto de referencia con la otra.
- Que el personaje de Zoe Bell, doble profesional de escenas de riesgo, se interprete a sí misma haciendo precisamente eso, una escena de riesgo.
- La cantidad de chicas que hay. Para dar y tomar.

Un beso.