AYER SOÑÉ QUE MORÍA

Ayer soñé que moría.

Llevaba dos semanas con cuarenta y cinco de fiebre. No podía dormir por el frío gélido que padecía. La cabeza me daba vueltas. Y de repente supe que iba a morir. No sé, debía ser un sexto sentido o algo.

Pensé qué hacer. En un primer momento pensé en no hacer nada. Quedarme dormido para siempre jamás y olvidarme de todo. Pero luego pensé que tenía que pelear un poco más. No había hecho todo lo que quería. Así que me levanté como pude y llamé a urgencias. Dijeron que en diez minutos estarían allí, pero nunca llegaron.

Debían ser las cinco de la mañana y me parecía muy poco caballeroso despertar a todo el mundo solo porque yo me estuviese muriendo, así que les dejé dormir. Fui al ordenador, me conecté a Zonalibre y escribí "Jake murió un día como hoy". Y me fui a la cama. Imaginaos todo esto con convulsiones, dolores, etcéteras.

A la mañana siguiente me encontraron muerto. Curiosamente yo les veía. Se pusieron todos a llorar desconsoladamente. Y se pusieron a llamar a familiares para avisar de la noticia.

Horas más tarde, mi cuerpo estaba en una vitrina de cristal, vestido con túnica blanca y me habían cosido los ojos y la boca. Muchas personas pasaron para ver al cadáver que era. Luego hicieron una misa para que mi alma inmortal ascendiera hacia los cielos. En las dos primeras filas de bancos, no paraban de llorar. Y cuando se retiraban, un funcionario me llevó en carretilla hasta un horno crematorio. Notaba el calor y veía como se iba acercando el momento, mientras los trabajadores contaban chistes de muertos. Al final, cenizas.

Un beso.