TIO BUENO

El martes nació mi sobrinita. Fue muy raro porque todos pensábamos que nacería a mediados de septiembre. Pero parece ser que tenía ganas ya de salir a dar un poquito de guerra.

Mi hermana me llamó a las ocho de la mañana. Me dijo que acababa de nacer y yo no me lo creía. Además de porque era demasiado pronto, estaba muy dormido. ¿Seguro? le preguntaba. ¿No es demasiado pronto? Pensaba que estaba de coña.

Y ahora estamos un pocos todos como locos. El resto de mi familia han venido y si ya era difícil tener un poco de intimidad, ahora es imposible. Todos yendo de cabeza, volviéndose locos por el bebé y todo lo que lo rodea.

Por ejemplo con el tema de la perra. Mi hermana tiene una perra, un jack russell terrier, que se llama Bruna. Muy juguetona y muy alegre, pero un petardo. Tiene tanta energía que nos revienta a todos y todavía quiere seguir jugando. Y como sus papis están en el hospital, pues el resto nos ocupamos de ella.

Me dijo mi hermana que no sabía dormir sola y que tenía que dormir con alguien. Yo le dejé la puerta abierta de la habitación por si quería entrar algunas veces, pero tampoco quería dejarla encerrada ahí. Y durante toda la noche la oía andar por toda la casa buscando alguien despierto que le rascase la barriga.

Además, entre paseíto nocturno y paseíto nocturno, la perra se subía en mi cama, me lamía todo entero y se espatarraba a mi lado para dormir. La cama no es muy grande, desgraciadamente, así que yo tenía que hacer contorsionismo para que no se cayera de la cama. Y ya os digo yo que no estoy para eso. Al final no pegué ojo por culpa del bicho.

¿El bebé? Pues una monada. Qué puedo decir. Arrugadita, muy pequeñita. Son alucinantes los deditos que tiene, tan pequeños y arrugados y esas miniuñas. Llora muy poquito de momento y poco a poco va cogiendo más aspecto de bebé. El primer día tiene cara de Jordi Pujol. A ver si crece un poquito, que cuando tienen 6 meses es cuando te dan ganas de comértelos. Antes de eso lo único que hacen es comer y dormir.

Y yo, por si no lo fuese ya antes, ahora soy oficialmente un tío bueno.

Un beso.