He ido a muchas entrevistas de trabajo en mi vida. Ciudades diferentes, trabajos diferentes, expectativas diferentes. He estado en algunas donde nos hemos estado riendo toda la entrevista y otras en las que me han dado ganas de matar a alguien, pero en general en las entrevistas salgo contento. Otra cosa es que me den el curro.
La entrevista pasó hace un par de meses cerca del Hospital San Juan de Dios en San Sebastián de los Reyes, Madrid. El sitio estaba ubicado en un polígono industrial bastante viejo y feo y hacía un frío que te cagas.
La entrevista empezó mal porque estuve esperando una hora a que el pavo apareciese y, como no tenían recepción ni nada, me estuve congelando en la puta puerta. Cuando me reciben, me dicen que el tío que tenía que entrevistarme no está y que me entrevistará él. Nos sentamos en una habitación y él accede a poner aire caliente y yo suspiro de alivio. Pero no por mucho tiempo.
Empieza el cuestionario. Que dónde he trabajado, cuándo, por qué... lo típico. Y cuando termina me dice: empieza con cosas del palo "te veo muy viejo para el puesto" o "llevas demasiado tiempo estudiando y no sé si te acordarás cómo se trabaja". Y la mejor de todas fue cuando me preguntó cómo iba a ir al curro todos los días y, cuando le respondí que en metro se quedó horrorizado "pero te tendrás que levantar muy pronto y luego no rendirás".
Dicen que hay entrevistas de curro, sobretodo en empresas grandes, donde te las hacen pasar putas para ver si eres capaz de superar la presión. Desgraciadamente este no era el caso. Este tío era un puto gilipollas. De verdad que me daban ganas de cogerle la cabeza y estampársela en la mesa repetidas veces hasta ver su masa cerebral deslizarse por el filo de la mesa y caer goteando al suelo.
Primero que la edad no es un problema en el trabajo. A menos que sea levantando vigas. Además, joder, que no tengo cincuenta años. Segundo, uno cuando sabe hacer su trabajo lo hace, es verdad que hay que coger el día a día, pero de la misma manera que tiene que hacerlo uno que vuelve después de un mes de vacaciones. Es como montar en bicicleta. Y tercero, ¿que quieres que vaya en coche? ¡Pues págamelo tú! Supongo que estará acostumbrado a que la gente viva en casa de sus padres hasta los cuarenta y use, lógico, los coches de estos. Pero no es mi caso y no pienso comprármelo, pagar seguro, gasolina y párquing solo porque un memo con corbata sea imbécil.
Después de todo esto apareció el tío que se suponía que me debía entrevistar. Lo más increíble es que estaba sofocado. Supongo que cuando va en su Mercedes debe poner la calefacción a saco ¡y quitó el aire caliente de sitio donde estábamos! Me hicieron una prueba y me dejaron allí solo durante una hora muerto de frío y con ganas de sacarle los ojos a alguien. ¿No estaba la tortura penada por el tratado de Ginebra?
Al final no me llamaron, lo cual no me sorprendió en nada absolutamente. Y si lo hubiesen hecho, a lo mejor el que no se lo coge soy yo.
Un beso.
Escrito por Jake|24 de Abril 2012 a las 01:02 PM|"te veo muy viejo para el puesto"
que hijode...
ya ves.
El Replicante es Jake|29 de Abril 2012 a las 02:42 PM