Al menos hoy ya tengo agua. ¡Y luz! Con todo el tema, decidimos quitar los fusibles de toda la zona de la inundación, sólo funcionaba nevera por razones obvias. Ahora todo parece volver a la normalidad.
La casa está hecha un desastre, para qué mentir. Los techos están llenos de marcas de humedad, de rajaduras de agua, la madera de los muebles está estropeada, las puertas no cierran bien por culpa de lo mismo... pero al menos ya podemos usar el lavavajillas como personas y no comer en platos de plástico para tirar y, aunque suene mal, ya no tenemos que bajar a llenar cubos de agua para los retretes cada vez que a alguien le viene un apretón.
Afortunadamente, el seguro de mi casa tiene protección contra agua, que no es lo normal. No lo es, porque hay que pagar un extra y nadie piensa que vaya a sucederle algo como esto a nadie. Llamamos para que viniese y se suponía que debería haber venido ayer... pero no lo hizo. El que sí vino fue el perito del edificio para ver los desperfectos de mi casa y, sobretodo, de la dentista que tiene la consulta debajo. La pobre ha recibido la peor parte. Así que como la culpa es de una tubería general dele edificio -y no una particular- pues serán ellos los que apoquinen, y nosotros tan contentos.
El bien vuelve a vencer.
Un beso.
Escrito por Jake|11 de Abril 2012 a las 02:12 PM|