31 de Marzo 2011


LIGA DE PANDERETA

Astiazarán está cubriéndose de gloria desde que es presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Primero fue con la Ley Beckham y ahora con la supuesta huelga.

Para los que nos hayáis enterado, la LFP exigía que se dejase de emitir el partido en abierto que hay todas las semanas y que se convirtió en la Ley del Fútbol en 1997. Dicen que de esta manera, la Liga podría pagar las deudas que tienen con el Gobierno y que suben a 600 millones de euros. ¿Tanto cambiaría que el partido en abierto a la semana se pase a ser de pago? Lo dudo. Básicamente porque con mucho más dinero, lo único que han conseguido ha sido seguir sumando más deuda ha su cuenta.

Pero el problema no es eso. Si de verdad quieren que no hayan partido en abierto se pide al Gobierno por las buenas. Primero de todo, se tienen que poner todos los clubes de acuerdo, porque ahora había siete clubes en contra. Segundo, si van a pedir que se modifique la Ley del Fútbol, que no lo hagan amenazando y de esa manera tan poco elegante, con amenaza de huelga y demás mandangas en vinagre. Da la sensación que están atracando un banco, y así no se hacen las cosas.

También es muy triste que ahora que la jueza ha dicho que no se pueden poner en huelga y que habrá Liga, dicen que en este conflicto "no hay ganadores ni perdedores". Tócate los cojones. Yo diría que sí que hay unos perdedores: los que querían una huelga que al final no van a tener.

Llamadme inocentón, pero todavía creo que el fútbol es la sensación de ir un domingo por la tarde al fútbol, de los goles y de la ilusión de animar a tu equipo, pero la realidad es otra muy diferente. Al final la pasta es la que manda. Si el Barça y el Madrid -y el resto de equipos- estaban de acuerdo con la huelga es sólo porque van a ganar más dinero. Independientemente de los beneficios que tengamos nosotros, los aficionados.

Un beso.

Escrito por Jake|31 de Marzo 2011 a las 01:38 AM|


Comentarios


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?