Sonó el teléfono y, cuando lo cogió, le dijeron que se había vuelto un dios.
Al principio no supo qué hacer. Al fin y al cabo, no sabía cuales eran los deberes de los dioses. Después de consultar varias páginas de internet, se hinchó de orgullo. Era todopoderoso.
Hizo una lista de todas las cosas que iba a hacer: vivir en una casa más grande, conseguir un montón de dinero y las mujeres más bellas. Fulminaría a todos sus enemigos y convertiría el mundo en un sitio mejor.
Dejó su trabajo y abandonó a su familia. Como dios podría hacer lo que quisiera y cuando quisiera. Se gastaba su dinero en alcohol y fiestas. En vivir la vida.
Al cabo de una semana, volvió a sonar el teléfono. La misma voz de la otra vez le dijo que ya no era un dios. La gente había dejado de creer y él ya no era nada. Debía volver a su vida rutinaria.
Así que al día siguiente, se suicidó. ¿Para que iba a seguir viviendo si no podía ser un dios?
Un beso.
Escrito por Jake|31 de Agosto 2010 a las 06:26 AM|¿Suicidarse? Un poco drástico ¿Siempre podría hacerse tertuliano?
El Replicante es apio|31 de Agosto 2010 a las 09:56 AM¿Un tertuliano es un tipo de dios?
El Replicante es Jake|31 de Agosto 2010 a las 03:55 PMPor lo que cobran deben ser, como mínimo, semidioses.
El Replicante es Inagotable| 3 de Septiembre 2010 a las 10:47 AMO eso, o está muy mal repartido.
El Replicante es Jake| 3 de Septiembre 2010 a las 10:58 AM