LA GENTE SE EQUIVOCA

Todo el mundo hace las cosas porque todo el mundo las hace, sin ni siquiera pensar por sí mismos. ¿Son gilipollas? Indudablemente. De hecho, existen por ahí diversas teorías que tratan de demostrar que la mayoría se equivoca. Que la masa es tonta. Como decía Oscar Wilde: "si todo el mundo está de acuerdo conmigo, creo que me he equivocado" o como dice el filósofo Gustavo Bueno: 100 individuos, que por separado pueden constituir un conjunto distributivo de 100 sabios, cuando se reúnen pueden formar un conjunto atributivo compuesto por un único idiota".

En Elogio de la irreligión, el libro del matemático John Allen Paulos demuestra matemáticamente ese fenómeno. Una prueba más por la cual no debemos creer en cuántas personas sostengan un mismo fenómeno: no importa si el fantasma lo vieron 2 o 100 personas. Es más, si lo vieron 100 personas, todavía existen más posibilidades de que el fantasma no exista.

Por eso la ciencia no se fía de los testimonios, aunque se cuenten por miles, sino de las pruebas empíricas reproducibles. La gente no es de fiar. Y la gente en grandes cantidades, mucho menos.

Lo que es indubitable es que los individuos mienten, se autoengañan o sencillamente se confuden. Simplifiquémoslo en una simple operación matemática. Supongamos que algunos individuos dicen la verdad ¼ del tiempo, mienten o se equivocan ¾ del tiempo, y mezclan sus verdades y falsedades de manera aleatoria.

Pongamos, por ejemplo que una persona hace una afirmación. La probabilidad de que esta afirmación sea verdadera, como hemos dicho, es ¼. Luego otra persona respalda a la primera afirmando que dice la verdad. Teniendo en cuenta la declaración de la segunda, ¿cuál es ahora la probabilidad de que el primero haya dicho la verdad?

Puesto que los dos dicen la verdad ¼ del tiempo, lo que dicen ambos resultará ser verdadero 1/16 del tiempo (¼ x ¼). Ahora preguntémonos cuán probable es que la segunda persona haga una declaración de respaldo. Puesto que el segundo respaldará al primero cuando ambos digan la verdad o ambos mientan, la probabilidad es 10/16 (¼ x ¼ + ¾ x ¾). Así pues, la probabilidad de que el primero diga la verdad si es respaldada es 1/10 (1/16 dividido por 10/16).

Moraleja: la confirmación de lo que dice una persona no fiable por otra persona no fiable hace la afirmación aún menos fiable.

Un beso.