COMANDO MALLORCA

Dicen las noticias que ETA ha montado un comando Mallorca para tocar los cojones un poquito. Claro, como era uno de los pocos sitios que les faltaba por bombardear... pero un equipo de investigación de Paréntesis Metodológico, el blog donde la palabra "amor" se escribe igual que "bizarro", ha descubierto la verdad de estas últimas actuaciones.

Aunque sea difícil de creer, los etarras son personas. Con sus necesidades. Con sus gustos. Y con sus días de vacaciones. Así que a estos cuatro chavales que les tocó cogerse las mochilas e irse a la playa. ¿A dónde? A donde va a ser. ¿Es que no prestáis atención? A Mallorca.

Imaginaos cuatro chavales que llegan a la isla por primera vez. Lo primero que hacen es encontrarse enclaustrados en el avión por los millones de turistas que llegan cada año. Luego les pierden las maletas y cuando se van a su hostal, el taxista y el hostelero les timan a cada uno de ellos y les dejan en paños menores. Los cuatro, lógico, están cabreados con todo el mundo. Son etarras y el encabreamiento es fácil en ellos.

Bajan a la playa y por muy vascos que sean se les quema la piel y se cabrean aún más. Yo me los imagino hablando-gruñendo en el dialecto-terrorista-que-sólo-los-etarras-conocen. Este era el diálogo:

- Gruuargg, brrrrr, arrrgh.
- Bprrfgfffff.
- ¡TAAARKK!

Es difícil hacer una traducción perfecta de lo que dicen, porque es una lengua inventada con el culo, pero hay dos teorías. La primera, que estaban discutiendo sobre la fluctuabilidad de las economías del sudeste asiático en los períodos concatenacionales. La segunda sugiere que están hablando de que cuando estaban dándose un baño, algún raterillo les ha robado el flotador, las chancletas y las toallas.

Llega la noche y los jóvenes mochileros etarras deciden salir por ahí. Palmanova es un lugar de afluencia extranjera al 200%. Y a los pobres desgraciados españoles nos putean a base de bien. Y como ellos son españoles, por mucho que tuviesen un lehendakari vulcaniano, pues fueron puteados a base de bien. Les timaron para entrar en cualquier local y encima se ligan a unas guiris y cuando les estaban comiendo la boca aparecen los novios y el resto de hooligans del Liverpool que hicieron masa de pizza con sus caras.

Así que nuestros terro-mochileros se encuentran sin un pavo, borrachos, con la cara convertida en una obra impresionista y bastante cachondos porque las tías eran un poco feas, pero tenían unas tetas muy grandes.

El nivel de cabreamiento según el índice terrorista estaba, como se suele decir, a punto de caramelo. Y encima aparecieron por ahí dos Guardias Civiles que estaban tomándose un daikiri. Y claro, ya sabéis que los etarras -por muy de vacaciones que estén- reaccionan a los Guardias Civiles como un toro al color rojo. Y el índice de cabreamiento empezó a emitir: pitidos como locos. ¿Y cómo reaccionaron nuestros mochileros? Cómo sólo ellos saben: poniendo bombas lapas.

Se cabrean y se piran de la isla. Es lo que haría cualquier persona con dos dedos de frente. Pero los turistas como carecen de ellos, se quedan demasiado tiempo.

Pero antes, deciden bajar a Palma City y comprar las típicas chorradas que compra los turistas: ensaimadas, hierbas dulces, sobrasadas... se van al aeropuerto y cuando llegan se encuentran que hay siete horas de retraso. Que Spanair está en huela y hay piquetes en todos lados y que está todo lleno hasta la bandera de personas rubias con los ojos azules y con la piel roja radioactiva.

Algo hizo "click" en sus pequeños cerebros y decidieron acabar con todo. A tomar por culo. Cogen un mapita de Mallorca que les regalaron en un McDonald's y escogen al azar un par de objetivos. Y con frases del tipo "Yo me los cargo a todos" o "Están todos locos" lo hacen explotar todo. En el fondo es bastante comprensible.

Un beso.