UP

Cuando era -más- joven pebnsaba que habría algunas cosas que nunca dejarían de gustarme. Los videojuegos, por ejemplo, o la animación. Lo primero me sigue gustando igual que siempre, más o menos. En lo segundo sí que he perdido fuelle. Cada vez me parece más y más coñazo ver una película de dibujos animados. Da igual si es manga, de Pixar o de lo que sea. Cada vez me resulta más de lo mismo. De hecho, la última película de dibujos que fui a ver al cine, si no recuerdo mal, fue Los Increíbles. Ni Wall-E, ni Ratatouille. Creo que vi un trozo de Monstruos S.A por la tele y la quité porque era un poco soporífera.

Ayer fui a ver UP, lo último de Pixar, porque todo el mundo estaba obsesionado con ver esa película porque era la caña y que Pixar molaba mogollón y no se qué. Y fuimos a verla.

El apartado técnico es espectacular, eso sí. Está currado hasta el mínimo detalle. A veces te olvidas de que estás en una película de dibujos. Pixar se supera una vez más.

¿Y sobre la trama? Pues el principio mola un cacho. Toda la historia de Carl Fredicksen hasta que conoce a Russell es espectacular. Luego, cuando empieza la casa a volar con los globitos, se hace un poquito más normalita. Más película de dibujos de lo que debería. Eso sí, se puede decir que hay de todo: risas, emoción, acción, suspense.

En fin, que me lo pasé bien durante la hora y media que estuve en el cine. Y eso que no tenía ni palomitas ni coca-colas, y que me perdí -horror- los trailers del principio.

Un beso.