Con los doce días de vacaciones que he tenido, me ha dado cuenta para que mi horario interior cambiase. Y lo he pasado mal, la verdad. Esto significa que al salir del trabajo estaba sobadísimo y antes de las ocho y media de la tarde ya estaba durmiendo. Me levantaba luego a las cuatro o cinco de la mañana y así otro día horroroso.
Ayer me pasó igual. Me quedé frito viendo The Sarah Connor Chronicles y me he levantado que ya hacía tiempo que habían acabado los programas especiales de Nochevieja. Me he preparado el entrecot que me había comprado para un día tan señalado con arroz hervido. Y luego, me he tomado las doce uvas con toda la tranquilidad del mundo. Saboreando el sabor de esa fruta por primera vez en mucho tiempo.
Así que si al final esa tradición de comer las uvas tiene algo que ver con la suerte que tendremos en el 2009 -ya sabéis, si os las coméis antes de que den las doce campanadas tendréis buena suerte-, yo llegaré muchas horas de retraso. Exacto, soy un retrasado.
Un beso.
Escrito por Jake| 1 de Enero 2009 a las 05:29 AM|Te acostumbras a dormir como y cuando te da la gana en vacaciones y cuando vuelves al trabajo parece que no puedas llegar al final del día del sueño que tienes.
Y lo de las uvas, piensa que te has comido las del 2009, por lo que nos llevas una ventaja de casi un año ^^
El Replicante es Inagotable| 1 de Enero 2009 a las 02:45 PM¡Me faltan las del 2008!
El Replicante es Jake| 2 de Enero 2009 a las 10:18 AM