KISS

Kiss son un espectáculo que nadie más en el mundo puede imitar. Vaya cracks. Todo el concierto fue una amalgama de fuegos artificiales y destrucción masiva.

Después del clásico "¿Queríais lo mejor? Tenéis lo mejor. La banda más dura del mundo." Entonces apareció un humo blanco y ellos descendieron desde una plataforma al escenario.

Empezaron tocando Deuce y Strutter y después Paul Stanley intentó chapurrear en español. Un poco pesadito se puso haciendo de presentador-animador de la fiesta. Pero se le perdona.

En Hotter than hell Gene empezó haciendo de las suyas y lanzó su primer escupitajo de fuego. La cosa prometía. Paul Stanley cantó Nothing to Lose y Black Diamond con el nuevo batería. Ya sabéis que Ace Frehley y Peter Criss dejaron el grupo. Una pena. Luego sonó el 10.000 years que fue una pasada.

Luego tocaron una serie de canciones con alegres estribillos como She, Parasite, Cold Gin, Let me go rock n'roll y la famosísima Rock and roll all nite, que terminó con una gran traca, plataformas elevadas, fuego, destrucción y confetis.

Empezaron con los bises y Gene volvió a hacer de las suyas. Sobrevoló el escenario para luego vomitar y relamerse sangre de mentira. En ese período tocaron todavía más clásicos: Shout it loud, Lick it up y I was made for loving you.

El final del concierto fue Paul Stanley, volando en tirolínea hasta la torre de sonido para cantar Love Gun. Y terminaron con un Bilbao-Detroit Rock City en la que Paul llevaba una bandera de la ikurriña.

Faltaron canciones míticas. Como Domino, I pledge allegiance to the state of rock, Hard luck woman, pero les perdonamos, porque el concierto fue la hostia.

Ya podemos tachar a Kiss de la lista. A ver si vienen los AC/DC. De momento los únicos que vienen son Motörhead.

Un beso.