HACE TANTO TIEMPO

Después de tantos años ella seguía queriéndole como el primer día. Se levantaba a las siete de la mañana para prepararle el desayuno y se quedaba con él hasta que se lo terminaba, mientras le contaba las cosas que haría durante todo el día. Las mismas cosas desde hacía tanto tiempo.

Cuando él se iba a duchar, ella le preparaba una bolsita con el almuerzo. Y después de hacer todas las tareas de la casa, se quedaba esperándole en la puerta de su casa. Igual que desde hacía tanto tiempo.

Se sentaban a ver la televisión mientras él explicaba, un poco cansado, las cosas que había hecho durante el día y ella escuchaba asombrada, pese a que había escuchado lo mismo una y otra vez desde hacía tanto tiempo.

A la hora de cenar, ella siempre se las ingeniaba para tener detallitos con él. Caras alegres con los huevos fritos y las salchichas, corazones con los spaguettis con tomate. Y de postre le hacía su helado de fresa preferido. Él solía soprenderse y decirle lo bueno que estaba y ella se ruborizaba. Lo mismo que desde hacía tanto tiempo.

Luego se iban a dormir. Ella le daba un beso y se recostaba encima suyo. Pensaba que su vida era maravillosa a su lado, una pena que él llevase muerto desde hacía tanto tiempo.

Un beso.