9 de Agosto 2007


VENGANZA

Llevaba toda la semana nervioso. Tarde o temprano algo ocurriría. Me levanté del sillón y me volví a sentar. Cogí un libro pero enseguida lo dejé encima de la mesa. Luego cogí el mando de la televisión, con el que hice dos zappings consecutivos para, después, apagar el aparato y largarme a mi habitación.

Me eché sobre la cama. Había demasiada tensión. Y tenía que explotar de alguna manera. No sabía cómo se había llegado a esa situación, pero de alguna manera mis mejores amigos me odiaban. Tarde o temprano pasaría algo.

Apenas toqué la lasaña que me hice para comer. El vino, en cambio, me lo bebí con violencia. Tiré las sobras e intenté acostarme un rato. Tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Sin pareja. Sin familia. Y ahora sin amigos. Indudablemente mi situación era algo preocupante. La soledad siempre había sido una fiel compañera, aunque nunca de un modo tan definitivo. Después de esto, tendría que pensar seriamente en mudarme a algún otro lugar.

El día pasó muy lentamente. Eran las nueve de la noche cuando llamaron con el portero automático. Mis dos amigos estaban abajo y querían charlar y tomar unas cervezas. El cuerpo entero sufrió un estado de palidecimiento apresurado. Con movimientos robóticos conseguí vestirme.

Era el día D. La Hora H. El minuto M y todo lo que más queráis. Sólo pueden pasar dos cosas. La primera es que charlen y lo solucionen todo. La segunda es que me peguen una paliza. Era como en aquella escena de Uno de los Nuestros. Me quedé unos segundos pensando qué hacer. Al final abrí el cajón de la cocina y saqué un cuchillo, que me metí por dentro de la camiseta. Algo en mi interior sabía que iba a pasar la peor de las dos opciones.

Bajé por las escaleras. Al abrir la puerta me los encontré a los dos. No hubo palabras. Sólo miradas. Y una de esas miradas avanzaba con un bate de béisbol en la mano. Yo era más grande y más fuerte que él, pero un bate le daba cierta ventaja.

Dimos un par de vueltas el uno sobre el otro, con la posición de ataque preparada. Era bastante patético, en el fondo. Mi amigo tenía una mirada vacía. No comprendía. No sabía la diferencia entre hacer el Bien y el Mal. Esos son los peores.

De pronto, el otro amigo me agarró por detrás. Intenté zafarme de él, pero el condenado aguantaba. Esa distracción la aprovechó el otro para empezar a sacudirme batazos en todo el cuerpo.

- La alta traición -dije, escupiendo sangre y un par de dientes- se paga con la muerte.

El del bate soltó algo así como que me iban a partir las piernas. Y lanzó el golpe. Pero esa vez, fui lo suficientemente rápido como para girarme a un lado y el golpe se lo dio al cabronazo que me tenía agarrado.

La hostia fue bastante fuerte y el tío me soltó. Debo decir que estaba loco de furia. Y sin pestañear un segundo saqué el cuchillo. Nos conocíamos desde hacía más de quince años, pero como ya dije, la traición se paga con la muerte. Y no dudé en clavar ese cuchillo en la garganta.

Él se quedó sorprendido. Con la boca abierta y las manos intentando tapar el boquete que tenía en la garganta. Al final cayó sobre sus rodillas y de éstas, de bruces al suelo.

El tipo del bate estaba bastante sorprendido y aterrado. Es comprensible, por otro lado. Tantos años juntos, es difícil pensar que esto estaba pasando. De hecho, a mi me costó asimilarlo después de todo esto.

Me acerqué al panoli del bate lentamente. Correr sólo hubiese servido para acelerar la escena y no podría haberla saboreado como tocaba. La furia que salía de mis ojos podría derretir acero. Mis venas estaban hinchadas y mi cara expulsaba lava volcánica.

Él lanzó un golpe a mi costado con toda su furia, pero, pese al dolor, apenas me detuvo. Me acerqué a él lo suficiente para poder darle una estocada en el estómago. Él se cayó hacia a mi, con los ojos abiertos como platos y con la boca expulsando sangre. Sin quitar el cuchillo de su estómago, subí la mano con fuerza, lo que desgarró parte de su estómago salpicando todo de sangre y órganos. De la fuerza, se cayó hacia atrás.

Durante unos segundos se quedó intentando respirar con fuerza. Me quedé de pie a su lado, impenetrable. Nuestros ojos se cruzaron una última vez. Y cuando expiró su último aliento, me giré y me volví por donde había venido.

La mano huesuda de la figura que se alzaba ahora al lado de los dos cuerpos, sacó un reloj de arena. Comprobó que la arena había dejado de caer y, después de dejar de nuevo el reloj entre los pliegues de su túnica, movió su guadaña de manera experta para acabar de segar el alma de los dos personajes de sus cuerpos mortales.

Al cabo de pocos segundos, los espectros de los dos traidores se levantaron de sus propios cuerpos y se montaron en el gran corcel blanco que acompañaba a la Muerte. Sin necesidad de dar ninguna instrucción el caballo empezó a flotar por el cielo hasta que se perdió de la vista del resto de los mortales.

Un beso.

Escrito por Jake| 9 de Agosto 2007 a las 01:32 AM|


Comentarios

Qué puntazo el estilo pratchett.Me encanta.

El Replicante es Aidotans| 9 de Agosto 2007 a las 02:45 AM

Mola :D

Ahora falta que publiques una lista de aquellas cosas que consideras que son de alta traición.

El Replicante es Inagotable| 9 de Agosto 2007 a las 03:44 AM

Excelente.
Y adhiero al pedido de Inagotable, una lista de cosas consideradas alta traición es digna de un post, e incluso para convertirlo en meme.

El Replicante es Zim| 9 de Agosto 2007 a las 07:57 AM


Alguien está cabreada?

El Replicante es Lady Wasabi| 9 de Agosto 2007 a las 10:57 AM

Alguien está cabreado?

El Replicante es Lady Wasabi| 9 de Agosto 2007 a las 10:57 AM

Vale, pillo la indirecta, mañna mismo te devuelvo tu cd de Whitney Houston.

El Replicante es apio| 9 de Agosto 2007 a las 11:15 AM

¿Y ahora eso quien lo limpia? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?
Ejem....

Ahora que he explulsado al espíritu de mi madre ya puedo decir que la historia me ha parecido correcta.

Un bico

El Replicante es Tuxina| 9 de Agosto 2007 a las 12:57 PM

Yo soy un lammer, ni siquiera me la he leido... eso si, mas tarde lo haré... solo que quería darle un poco de rabia...

El Replicante es goldhands| 9 de Agosto 2007 a las 04:02 PM

Me prestara ese chico tan simpatico su delicado cuchillo? :D

El Replicante es cami|10 de Agosto 2007 a las 12:26 AM

Me gusta.

El Replicante es Cél...|10 de Agosto 2007 a las 12:56 AM

AIDOTANS: Estilo Jake, querrá decir...

INAGOTABLE: Eso es algo muy personal. Cada uno que ponga su lista.

ZIM: ¡Pues haz el meme!

LADY WASABI: Cabreado.Sí. Yo.

APIO: El del cd e Whitney era Goldhands.

TUXINA: ¿Correcta?¿Correcta? Que sabrá una ex-blogger...

GOLDHANDS: Usted no da rabia.Quizás un poco de lástima...

CÉL: A mi también.

El Replicante es Jake|10 de Agosto 2007 a las 01:38 AM

AIDOTANS: Estilo Jake, querrá decir...

INAGOTABLE: Eso es algo muy personal. Cada uno que ponga su lista.

ZIM: ¡Pues haz el meme!

LADY WASABI: Cabreado.Sí. Yo.

APIO: El del cd e Whitney era Goldhands.

TUXINA: ¿Correcta?¿Correcta? Que sabrá una ex-blogger...

GOLDHANDS: Usted no da rabia.Quizás un poco de lástima...

CÉL: A mi también.

El Replicante es Jake|10 de Agosto 2007 a las 01:40 AM

Si si de jake.. pero lo de la muerte... es muy a lo pratchett.

El Replicante es Aidotans|10 de Agosto 2007 a las 03:35 AM

Sí, bueno, ¿no?

El Replicante es Jake|11 de Agosto 2007 a las 01:22 PM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?