15 de Noviembre 2004


EN UN MUNDO PERFECTO

En un mundo perfecto, los rayos luminosos del sol traspasarían la habitación. La mañana hubiese tenido el cielo azul y grandes nubes blancas.
En un mundo perfecto Andrea se hubiese despertado con el desayuno en la cama. Con una gran bandeja llena de fruta, cereales, zumo, café y tostadas con mermelada.
En un mundo perfecto el hombre que le hubiese llevado ese desayuno sería alto y atlético, con un cuerpo esculpido y una gran sonrisa. Ni demasiado soso, ni extremadamente divertido.

Ésos momentos eran, precisamente, los que hacían que Andrea se diese cuenta que no vivía en un mundo perfecto. Porque esos momentos no existían.
Se levantó de una cama demasiado pequeña y miró el despertador que había sobre la mesita de noche. Marcaba las ocho y media de la mañana. Se desperezó y se giró.
A su lado, tendido, estaba el cuerpo de un hombre desnudo. Demasiado pelo en todo su cuerpo y demasiada carne. Casi estaba ya calvo y no tenía una gran sonrisa… bueno, no tenía grande nada excepto su barriga.
Se levantó y se vistió con el malhumor de los resacosos que tienen que madrugar. Dejó una nota pegado en el espejo del baño y se marchó.

En un mundo perfecto no tendría que irse a la cama con un cualquiera para pasar un buen rato. Estaría día y noche encerrada con su hombre en la cama sin salir. Disfrutarían durante horas hasta quedar exhaustos.
En un mundo perfecto no le daría miedo estar sola. En un mundo perfecto, aparecerían sus amigos de siempre por la calle para alegrarle el día. Un día que empezaba con una caja de Alka-Seltzer menos, de hecho.
En un mundo perfecto nunca sufriría mal de amores. Ella sería la que los provocaría. En un mundo perfecto todos y cada uno de los hombres que la rechazaron le pedirían de rodillas perdón, y querrían volver con ella antes que con cualquier otra mujer del mundo.
En un mundo perfecto quizás tuviese uno o dos amantes. Por bondad, por supuesto. Para mantener algo de excitación en su vida. Todo acaba monotonizándose.

Se despertó a las cinco de la tarde. Vio que en su móvil tenía un mensaje. Era él tío con el que había tenido el lío. Quería tomar un café. Típico. D akrdo. Dnde? Y knd?, escribió.
Un par de horas después estaba con ese perdedor. Sin gracia. Sin talento. Feo. Tonto. Gordo. Sin sensibilidad para nada. Hablando de cosas insulsas, inútiles, estúpidas, aburridas.
Alguien la tocó por la espalda. Ella se giró y vio a su amiga Cris. Alegre y jovial.Que muy bien, bla, bla, bla, que si todo iba fenomenal entre ble, ble, ble, que si estaba de paso por bli, bli, bli. En definitiva. Que quería tomar un café con ella. Más conversación interesante, pensó.
Con ella se sentaron dos tipos. Uno rubio, otro moreno. Altos y delgados. Bastante guapetones.
Se pidieron capuchinos y cosas extravagantes. Con canela y cosas así. Snobs, pensó.
Contaban cosas graciosas, o al menos cosas que hacían sonreír. Todo era feliz en su mundo.
Se giró hacia su acompañante, Daniel. Estaba escondido detrás de sus grandes gafas de pasta negra, con la cara cohibida. Bebía cañas, coca-colas. No leía diarios. Lo más guay que le había pasado era que había conseguido el 100% en un juego de disparos.
En un mundo perfecto, ese perdedor gordinflón desaparecería y estaría sentado uno de esos dos.
En un momento de su alegría y felicidad preguntaron que si querían ir al cine.
Vale. Super.
Su super- amiga y los dos tipos querían ir a ver la última de un director francés. Subtitulada.
Su acompañante quería ver la última de Vin Diesel. Violencia absurda.

En un mundo perfecto, Andrea se hubiese dado cuenta que estaba aletargada. Tenía que coger las cosas con fuerza y no soltarlas. Y, por supuesto, no conformarse con lo primero que venía.
En un mundo perfecto, Andrea se hubiese sentado entre el hombretón rubio y el moreno, y hubiese dejado a su amigo pajillearse con el Diesel.

Pero le acompañó a ver esa peli, porque, en el fondo, sentía lástima por él. Se compadecían el uno al otro. Y era una chica buena.
Cuando salieron del cine, se volvieron a encontrar al trío.
Una peli divina, muestra su aire más inconformista, bla, bla, ble, bli…¿Y la vuestra?.
Increíble, dijo Daniel, con una cara de satisfacción. Sangre. Muerte. Efectos especiales. Total.
Los dos tipos se ríen. Se ríen de su acompañante. Se ríen de su patetismo. De su simplicidad. Está varios escalones por debajo. Está en el piso de los perdedores. Y ella también. Y ellos tres les miran desde arriba, desde el piso de la gente guay.

En un mundo perfecto podría ser alguien grande. Alguien confiada y segura como su amiga. Estaría rodeada de gente interesante, hablándoles de cosas inteligentes. Nada de tener que peinarse como la Princesa Leia para satisfacer las fantasías eróticas de sus acompañantes. O tener que esperar que tres horas para entrar en una convención de palilleros aficionados a cómics infantiles.

Después de la despedida con su amiga, su acompañante, Daniel, estuvo criticando a esos chicos apolíneos. Que si demasiado guays, que si demasiado gimnasio, que si no pensaban por ellos mismos, que demasiado snobs… celos, típicos celos. Se despidieron con un pico seco, y cada mochuelo a su olivo.
Cuando llegó a su casa la llamó Cris, su amiga, que estaba con los dos mamotretos y que iban a salir de marcha. Guay. Que si quería ir con ellos. Sí, claro. Una hora y un sitio y colgaron.

En un mundo perfecto sólo tendría que vestirse con unos trapitos y estaría arrevatadora. En un mundo perfecto, Manolo Blahnik le haría unos zapatos para ella. Unos Andrea´s. En un mundo perfecto, sabría qué ponerse en un momento como ese, ¿quería liarse con uno de esos tipos?¿quería ser una calentorra?¿sólo una noche de diversión?.Todo estaría controlado. En un mundo perfecto sólo tardaría cinco minutos en ser la mujer perfecta.

En la discoteca se saludaron con los besos de rigor. Bebieron unas copas de vodka con algo de color cereza. El moreno era italiano. Alessio, se llamaba. Venía de Italia de fotógrafo. Como todos. ¿Hay algún italiano que no vaya de fotógrafo?¿y menos para ligar?.
Hablaron durante un par de horas. Se rieron. Tontearon. Se bebieron unos vodkas de más.

En un mundo perfecto, la discoteca se vaciaría de repente y quedarían ellos dos. No habría más jamonas cruzándose delante de Alessio para seducirlo. En un mundo perfecto los focos les iluminarían durante unos segundos que parecerían años. En un mundo perfecto, el italiano sonreiría y se iluminaría cada uno de los dientes de su cara. En un mundo perfecto se darían un gran beso, y no se despegarían nunca.

Salieron de la discoteca entre risas. Agarrándose por la cintura. Besándose. Estaba lloviendo a mares. Alessio fue a coger un taxi. Ella giró la cabeza y vio a Daniel acurrucado en el portal de un banco, con las gafas empañadas, el poco pelo caído, y el chándal del Mundial de Méjico empapado. Y sobretodo vio su expresión, enfadada, iracunda, violenta, vengativa. Traicionada.

En un mundo perfecto ella haría click y Daniel se apagaría. En un mundo perfecto sería fácil dejar atrás los malos momentos y renacer como un ave fénix. Destrozar para después poder crear. Como Shiva. En un mundo perfecto no habría que tragar momentos desagradables porque no existirían.

Eligió su camino y subió al taxi. Fueron a la casa de él. Todo el viaje fueron risas y diversiones.
Cuando se despertó, a la mañana siguiente, se encontró una bandeja con un desayuno preparado. Había fruta, y tostadas con mermelada de fresa, cereales y café y zumo. Y había un hombre con una gran sonrisa sentarse a su lado.
La despedida fue con besos largos y tórridos. Con promesas de que se verían en menos de 24 horas. Con sonrisas traviesas.
Cuando llegó a su casa, Daniel estaba en la puerta. Estaba enfadado. Y triste. Iba vestido como siempre: con unos vaqueros demasiado pequeños y una camiseta que ponía “Geek Master”. Con el diario As en una mano.
Entraron en la casa. Hablaron sobre la noche anterior. Él quería respuestas. Andrea no quería dárselas.
Mejor recoge tus cosas de mi casa, le dijo ella. ¿Me dejas?. Sí. ¿Por qué, es que acaso te has enchochado con ese capullo italiano y te bla, ble, bli, blo, blu?. Sí.
Andrea se fue a la cocina a sacar una bolsa de té. Oyó el sonido de un cajón abrirse y cerrarse detrás suya.
Vio a Daniel como cargaba contra ella. Él gritó. Ella también. No dejó de acuchillarla. La cocina se había teñido totalmente de sangre. El cuerpo de Andrea estaba irreconocible.
Ha sido tu culpa, tu culpa, dijo Daniel llorando. Me has obligado. Me estabas traicionando. Le suena un hilillo lastimero. Se suena los mocos, se limpia las manos, y se marcha a casa de su madre.

En un mundo perfecto, los sueños no serían sólo sueños. Y los hombres serían hombres.

FIN

Un beso.


Escrito por Jake|15 de Noviembre 2004 a las 10:31 AM|


Comentarios

Ehhhhh!!! ¡¡Que a mi me gustan los comics y no soy una pajillera!!

Por lo demás me ha encantado. Premio Satélite (el Planeta ya está cogido :p) para el Sr. Jake.

El Replicante es Tuxina|15 de Noviembre 2004 a las 01:11 PM

He leido entre líneas; eso se puede hacer???

El relato muy bueno, el desenlace previsible (o no).

Un mundo perfecto no sería aburrido y patético ( o si)

Dudas, dudas...dudas...

Dark kisses

El Replicante es lua|15 de Noviembre 2004 a las 01:33 PM

TUXINA: Juas, juas, supongo que no todos los pajilleros son adictos a los cómics, ni todos los adictos a los cómics son pajilleros.
Y me alegra que te guste el relato. Gracias.

LUA: Pues...er..supongo que se puede hacer. Miraré en las normas internacionales de lectura de cuentos, a ver qué dice.
Y bueno, quizás si el mundo fuese perfecto, la cosa no habría acabado, como acabó.

El Replicante es Jake|15 de Noviembre 2004 a las 02:26 PM

Pues yo me lo he leído entero. Como sabía que a las 12 no podría, me he esperado hasta ahora. Hala. O sea. Jo.
Tiene razón. En un mundo perfecto ese tío hubiera tratado mejor a la chica en su relación. Entonces, no se hubiera ido con el italo y hubiera pasado lo que pasó. En fin, que podría haber aparecido en El Caso y no me hubiera extrañado. Triste pero cierto.

El Replicante es Zeros Metallium|15 de Noviembre 2004 a las 04:25 PM

quizás no era culpa de cómo le trató él. quiero decir, que a lo mejor ella simplemente no se sentía bien estando con él por ser cómo era. sentía celos de sus amigas guays y al final quiso convertirse en una de ellas.

El Replicante es Jake|15 de Noviembre 2004 a las 08:47 PM

En un mundo perfecto la gente se olvidaría de las gilipolleces, de ser guay, de vivir pendiente de gustar a los demás; y se encargaría más de mostrarse cómo es y de que los demás los acepten tal y como son. En un mundo perfecto los hombres no andarían acuchillando a las mujeres por despecho (ni las mujeres harían cosas extrañas por el estilo, q tb las hay).
Pues nada, que te has propuesto sorprenderme de nuevo y lo has conseguido ;p! Me ha encantado este post, y mira q era largoooooooooo!! Besos!

El Replicante es Lyzzie|15 de Noviembre 2004 a las 10:00 PM

Pues me alegro que te guste a tí también. Y eso de largo? sólo tres paginillas en word.., tampoco es pa tanto...

El Replicante es Jake|15 de Noviembre 2004 a las 10:57 PM

otra fan tuya por aquí. Muy bonito y muy cierto. Pero a lo mejor un mundo perfecto, como dijeron, sería más aburrido

El Replicante es anais|15 de Noviembre 2004 a las 10:59 PM

Tampoco era tan largo. Tiene razón. Lo que pasa es que esta juventud no lee. (Ji, ji, ji)

La parte esta de que sería mas aburrido, es cierto. Pero me quedaría con la parte de no cargarse a nadie. Creo que haría un poti-poti de los dos mundos.

El Replicante es Zeros Metallium|15 de Noviembre 2004 a las 11:27 PM

ANAIS: ¿Y qué es mejor? ¿Vivir en un mundo perfecto donde sólo pasan cosas buenas o vivir en un mundo imperfecto donde, pasan cosas buenas y malas a la vez?.

ZEROS METALLIUM: Ya le digo, don Zeros. Cuando digo que me leo un libro en dos semanas la gente flipa. Y eso que últimamente le doy poco a la lectura.
Le digo lo mismo que a Anais. ¿Vivir en un mundo feliz por siempre, o vivir en un mundo con felicidad e infelicidad por igual?

El Replicante es Jake|15 de Noviembre 2004 a las 11:53 PM

Con un porcentaje aleatorio que vaíe día a día. Como el en el que vivimos. Me largo a dormir.

El Replicante es Zeros Metallium|16 de Noviembre 2004 a las 12:52 AM

Como q no leemos?? Estás hablando con una persona capaz de pulirse un libro en una sola tarde (y de los grandes! ;P)!! Y tengo testigos XD!!

El Replicante es Lyzzie|16 de Noviembre 2004 a las 07:50 AM

ZEROS METALLIUM: Es decir, que prefiere la vida real. Sí, yo creo que también.

LYZZIE: Vamos, yo también me he acabado alg´n libro en una tarde. Todos lo hacemos. Pero lo dejé de hacer porque parece que me hayan tomado el pelo..
Nada, nada, si tu dices que lees... ¡¡pero luego no te quejes con el tamaño de los posts!! (además, para 3 paginillas tampoco era cuestión de dividirlos en varias partes).

El Replicante es Jake|16 de Noviembre 2004 a las 11:08 AM

En un mundo perfecto, los sueños no serian solo sueños... Me quedo con esa frase... Que gran frase. Besitos Jake :)

El Replicante es dido|16 de Noviembre 2004 a las 04:05 PM

Ya que estamos aquí, ¿no se le ocurrió titularlo "en un mundo ferpecto"? Porque algo de humor negro si que tiene.

El Replicante es Zeros Metallium|16 de Noviembre 2004 a las 04:11 PM

En un mundo perfecto, los sueños no serian solo sueños... Me quedo con esa frase... Que gran frase. Besitos Jake :)

El Replicante es dido|16 de Noviembre 2004 a las 04:12 PM

DIDO: Gracias, dido. Me alegro que te guste.

ZEROS METALLIUM: Je,je,je es que más a la peli de Álex de la Iglesia, "frepecto" me suena a tan Martes y 13, es tan absurdo que no pegaría con el cuento al final...

El Replicante es Jake|16 de Noviembre 2004 a las 04:28 PM

Bueno, es una forma de verlo.

El Replicante es Zeros Metallium|16 de Noviembre 2004 a las 06:55 PM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?