Es curioso que haya sido la saga Iron Man, con un superhéroe relativamente secundario en cuanto a cómic, quien ha conseguido hacer la saga más redonda de todas las de los superhéroes de Marvel. Una saga entretenida para todos los públicos, divertida y llena de acción y efectos especiales por todos los lados.
La historia continúa los hechos acontecidos en Los Vengadores. A raíz de la casi muerte de Tony, éste sufre ataques de ansiedad, apenas duerme y se dedica a proteger lo único que quiere: a Pepper. Y durante este período delicado del héroe aparece una nueva amenaza: El Mandarín, un terrorista que amenaza a los EEUU.
Tony está tocado y jodido y El Mandarín acaba de hundirle en la miseria. Este descenso a los infiernos personales le hará darse cuenta la carga que lleva ser un superhéroe. Aun así, Tony Stark sigue conservando todo su rollo que mola, que nos encanta.
La actuación de Robert Downey Jr. es buena. No sólo haciendo de tío chulo, playboy millonario y juerguista, sino ahora también enseñándonos el sufrimiento del héroe. El resto de protagonistas también lo hacen bien, sobretodo Ben Kingsley que lo hace magistralmente bien.
En cuanto al guión está bien hecho, hay una sorpresa en cuanto al Mandarín bastante memorable, aunque falla en las motivaciones de algunos malos malísimo y en alguna parte de la trama..
Se nota que el director de esta película no es Jon Favreau. Snahe Black toma su relevo y se nota. El director de Kiss Kiss Bang Bang dirige y guioniza y se ve una película mucho más redonda que la segunda parte.
Un beso.
Escrito por Jake|27 de Abril 2013 a las 03:36 PM|