7 de Enero 2012


SHERLOCK HOLMES 2

La secuela de Sherlock Holmes de Guy Ritchie adolece de todos los errores que tienen las clásicas secuelas de los blockbusters de turno: intentan dar más y mejor y al final se quedan en nada.

Cuando se empezó a gestar la primera parte de esta saga, el director dijo que habían intentado ser fieles a la novela, en lugar de a la imagen de tipo estirado que habían dado las películas anteriores sobre el detective. En realidad no lo es, coge cuatro habilidades de Sherlock: su gusto por el boxeo, el que estaba enganchado a hoja de coca, su inteligencia por encima de la media y que es un maestro del disfraz y luego se inventa a un personaje a la medida de Robert Downey Jr. para que este demuestre toda su variedad de muecas y demás florituras.

La película es bastante entretenida, con muestra de humor y acción, aunque el guión tenga momentos de no tener ningún sentido: ellos van viajando por el mundo de aquí para allá por deseos de Sherlock y se patean media Europa para intentar resolver una crisis mundial que, si os soy sincero, todavía no entiendo. Desde el principio de la película Sherlock sabe lo que trama su archienemigo: el profesor Moriarty es un profesor de universidad que, un día, se le ocurre que le gustaría desencadenar una guerra mundial para ganar un montón de dinero especulando con las armas y demás utensilios de guerra. Y no es mala idea, ojo, pero hay que tener mucho dinero para poder vender todo lo que se necesita: balas, armas, vendas, uniformes... y no creo que con su sueldo sea capaz de mantener a flote una industria de ese tipo. Porque, vamos a ver, por mucho que asesines al dueño de una industria textil en China, eso no significa que vayas a heredar toda su producción, ¿no? Esto no es el monopoly.

Pero bueno, solo es el guión, tampoco es tan importante. Al menos en este tipo de películas. Lo que de verdad me ha dejado mal sabor de boca es el abuso desproprocionado de la cámara lenta que hace el director. Cada escena de combate -cada chorradita- necesita de cámaras lentas, visión 360º y demás mandangas innecesarias que hacen aburridas y que la película se vuelva lenta y pesada.

Los actores no lo hacen mal. Robert Downey Jr. ha conseguido lo mismo que consiguió Johnny Depp con Jack Sparrow: hacer un personaje perenne para cualquier película. La única diferencia entre Sherlock Holmes y Tony Stark es el casco. Los demás no lo hacen mal, aunque me parece que hubiese sido mucho más interesante de haber aprovechado más a Stepehen Fry haciendo de Mycroft, el hermano (más) inteligente de los Holmes, al que utilizan más bien como tercer amigo que no se mete en jaleos de acción.

En fin, una película blockbuster: con mucha acción, mucho humor y que os hará pasar un buen rato y con los fallos clásicos de las continuaciones de las sagas de este tipo.

Un beso.

Escrito por Jake| 7 de Enero 2012 a las 12:12 PM|


Comentarios

Quizás demasiado larga, con un Moriarty decepcionante y con un Sherlock al que sólo esperas ver con el traje de Iron Man para resolver todo el embrollo.

El Replicante es Inagotable|17 de Enero 2012 a las 11:29 AM

Sip. Downey hace de Downey.

El Replicante es Jake|17 de Enero 2012 a las 01:49 PM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?