The artist es la película del año. No sólo por la lista de nominaciones y premios en los festivales más importantes del mundo -a expensas de los Oscars, que todavía no se saben- sino porque está hecha de la manera más original y diferente de todas las que hayáis podido ver durante el año.
La historia cuenta la vida de George Valentin, el actor de cine mudo más famoso del mundo. Un donjuán guapo, rico y famoso. Pero las cosas están a punto de cambiar cuando llega el cine sonoro. George, como tantos otros actores decían que el cine sonoro sería el fin del cine y se negaban a hacer películas así. Lo que le llevó a la ruina económica y a casi a la muerte. Además tendrá entre medio una historia de amor con, curiosamente, una figura del nuevo cine sonoro: Peppy Miller.
La película ya de por sí es un logro. En un momento en el que el cine tiene que ser con más efectos especiales, 3d, sonido chipifláutico y demás mandangas, Michel Hazanavicius nos propone todo lo contrario: cine en blanco y negro y mudo cuidado hasta el más mínimo detalle, parece que estemos viendo una película de los años treinta.
Una película cuidada al milímetro, con una preciosa fotografía y una banda sonora perfecta que hace de motor narrativo, a falta de las voces de los actores. Jean Dujardin, el actor protagonista, lo hace excepcionalmente bien y el resto de actores cumplen, con John Goodman y Penelope Ann Miller entre ellos.
Por ponerle pegas, el guión es muy previsible. Sabemos todo lo que pasará antes de empezar la película. Y quizás se hace un poco larga en algunos momentos, pero es un peiculón.
Un beso.