27 de Octubre 2011


CAPERUCITA SIGLO XXI

Caperucita entró en la cabaña y dijo:

- Abuela, te he traído algunas chucherías bajas en calorías y sodio en reconocimiento a tu papel de sabia y generosa matriarca.

- Acércate más, criatura, para que pueda verte - dijo suavemente el lobo desde el lecho.

- ¡Oh!- repuso Caperucita-. Había olvidada que visualmente eres tan limitada como un topo. Pero, abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes!

-Han visto mucho y han perdonado mucho, querida.

- Y, abuela, ¡qué nariz tan grande tienes!... relativamente hablando, claro está, y a su modo indudablemente atractiva.

- Ha olido mucho y ha perdonado mucho, querida.

- Y... ¡abuela, qué dientes tan grande tienes!

Respondió el lobo:

- Soy feliz de ser quien soy y lo que soy -y, saltando de la cama, aferró a Caperucita Roja con sus garras, dispuesto a devorarla.

Caperucita gritó; no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espacio personal.

Sus gritos llegaron a oído de un operario de la industria maderera (o técnico en combustible vegetal, como él mismo prefería considerarse) que pasaba por allí. Al entrar en la cabaña, advirtió el revuelo y trató de intervenir. Pero apenas había alzado su hacha cuando tanto el lobo como Capeructia Roja se detuvieron simultáneamente.

- ¿Puede saberse con exactitud qué cree usted que está haciendo? -inquirió Caperucita.

El operario maderero parpadeó e intentó responder, pero las palabras no acudían a sus labios.

-¿¡Se cree acaso que puede irrumpir aquí como un Neanderthalense cualquiera y delegar su capacidad de reflexión en el arma que lleva consigo!? -prosiguió Caperucita-. ¡Sexista! ¡Racista! ¿Cómo se atreve a dar por hecho que las mujeres y los lobos no son capaces de resolver sus propias diferencias sin la ayuda de un hombre?

Al oír el apasionado discurso de Caperucita, la abuela saltó de la panza del lobo, arrebató el hacha al operario maderero y le cortó la cabeza. Concluida la odisea, Caperucita, la abuela y el lobo creyeron experimentar cierta afinidad en sus objetivos, decidieron instaurar una forma alternativa de comunidad basada en la cooperación y el respeto mutuos y, juntos, vivieron felices en los bosques para siempre.

Un beso.

Escrito por Jake|27 de Octubre 2011 a las 12:38 PM|


Comentarios

Me gusta, creo que tendría éxito en los círculos feministas.

El Replicante es Zim|29 de Octubre 2011 a las 04:34 AM

Es el pan de cada día.

El Replicante es Jake|29 de Octubre 2011 a las 11:15 AM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?