Dentro de pocos días empieza la Bundesliga. No tendría nada en especial si no fuera porque este año la juega uno de los equipos más originales y únicos del fútbol mundial. Y encima es su centenario. No es otro que el FC St. Pauli.
El FC St. Pauli tiene su sede en el barrio de Sankt Pauli, el casco histórico y portuario de Hamburgo, muy cerquita de la Reeperbahn, uno de los centros de vida nocturna más importantes de la ciudad.
Sankt Pauli, el segundo puerto más grande de Europa detrás del de Rotterdam tiene todos los tópicos que puede tener una ciudad portuaria: fue cobijo de personas de estrato social bajo, marineros, prostitutas y otras personas que no eran bien recibidas por "la gente guapa" de la rica Hamburgo desde el siglo XVII hasta nuestros días. Tanto fue así, que la zona fue creciéndose y desarrollándose con una identidad única, casi a modo de ghetto, y acabó convirtiéndose en uno de los distritos más inquietos y particulares del país germano. Y así sigue hoy, cuatro siglos después, convertido en un símbolo del desenfreno y la ausencia de normas. Un oasis en la cuadriculada Alemania.
Entre la llegada masiva de inmigrantes en los años '60, los estudiantes, los estribadores del puerto y la clase social trabajadora de la zona hizo que surgieran de manera espontánea las ideas y movimientos okupas, punks, anarquistas y comunistas. Su fama fue incrementándose más y más, recibiendo miles de visitantes todos los años. Algunos muy ilustres, como The Beatles, que fueron al barrio para conseguir la fama y fortuna que en Liverpool se les estaba resistiendo. Fue en 1960 y el grupo de música todavía contaba con cinco miembros (sí, el famoso quinto beatle, Stuart Sutcliffe) y ni siquiera habían decidido el nombre definitivo para la banda.
En 1980, el barrio de St. Pauli se hizo famosa por ser uno de los primeros lugares donde se okuparon edificios. Las batallas entre la policía y los okupas hicieron que éstos últimos se ganaran la simpatía de sus vecinos. Años después, los dueños de los edificios okupados difundieron el rumor que los okupas eran miembros del RAF (Fracción del Ejército Rojo) y eso se llenó de miles de policías. Y después de semanas de búsqueda infatiglable, no encontraron ninguna prueba de eso.
Como no podía ser de otra manera, un fiel reflejo de la particularidad de este singular barrio lo encontramos en su equipo de fútbol, el FC St. Pauli, un caso sin igual en toda la vieja Europa. Fundado en 1910, el St. Pauli nunca ha sido un equipo destacado en Alemania, y son contadas las ocasiones en las que ha conseguido codearse con los grandes del país. La curiosa y original camiseta marrón de los "piratas del Elba" sólo ha sido defendida en siete ocasiones en la máxima categoría del fútbol alemán. Este año será la octava vez.
Fue en los años '80 los que convirtieron al club de fútbol en un club de culto. El St. Pauli se convirtió en el primer equipo del mundo en poner en sus estatutos oficiales que es antifascista, antisexista, antirracista y antihomófobo. Y lo han llevado hasta los límites que han podido: pese a su precaria economía, retiraron vallas del estadio con el nombre de una famosa revista masculina porque denigraba a las mujeres. De hecho, el club hamburgués es el que tiene más cantidad de socias femeninas de Europa y estoy convencido que es el único que tiene un presidente, Corny Littman, que ha reconocido públicamente su homosexualidad.
En 1981, tenían una media de asistencia de 1.600 espectadores. A mediados de los '90, tenían más de 20.000. Ahora tiene más de 11 millones de seguidores sólo en Alemania y más de 500 clubs de fans fuera de sus fronteras. Algunos grupos musciales como Bad Religion o Asian Dub Foundation se han declarado fans del equipo. Incluso Turbonegro les dedicó una canción.
Sus ideales antisistema les han llevado a tener problemas con sus vecinos. Hamburgo es una ciudad con una aplastante mayoría de derechas y su eterno rival, el Hansa Rostock, tiene un elevado índice de votantes de la extrema derecha. Además, en 1970, el estadio del club se llamó Wilhelm Koch, un anterior presidente del club. Hasta que se descubrió que el señor Koch había militado en el Partido Nazi durante la guerra, con lo que en 1999 volvieron a su antiguo nombre: Millerntor-Stadion.
En el año 2001, el Bayern Munich ganó la Copa Intercontinental que enfrenta al mejor equipo de Europa con el mejor de América. Pocos meses después, el St. Pauli consiguió ganar al equipo bávaro 2-1, por lo que, según ellos, son campeones del mundo. Por eso se llaman así mismo Weltpokalsiegerbesieger (Vencedores del Campeón Mundial de Clubes) .
Ese mismo año, su último año en la Primera División, casi termina con la economía del club. Para liquidar su deuda, pusieron en marcha un plan al que llamaron Retteraktion: imprimieron camisetas con la imagen del club rodeada por la palabra Retter (Salvador) y se lograron vender más de 140.000 en tan sólo
6 semanas. También se organizó un partido benéfico contra el Bayern Múnich para intentar rescatar al club y sanearlo económicamente.
El club también ha sido activo en acciones benéficas y humanitarias. En 2005 el club, el equipo y los hinchas iniciaron la campaña «Viva con agua de Sankt Pauli», con la que se reunó dinero para dispensadores de agua para escuelas en Cuba.
En el 2006, fueron los promotores de la FIFI Wild Cup, una especie de torneo mundial paralelo al oficial -que también se disputaba en Alemania- donde las selecciones participantes fueron selecciones no reconocidas como Groenlandia, Tíbet, Zanzíbar, Gibraltar, República Turca del Norte de Chipre y, por supuesto, el St. Pauli, que jugó con la denominación República de St. Pauli. Aunque al final los que ganaron el Wild Cup fueron los chipriotas.
Un club tan especial también atrae a muchos patrocinadores. La marca de coches Dacia sacó una edición St.Pauli de su modeloDuster y la marca Nike sacó también unas zapatillas con el nombre de St.Pauli Dunk Pack.
La última ha sido conseguir como patrocinador a un portal erótico. Al final y al cabo, St. Pauli es el "barrio rojo" de Hamburgo, así que queda como en casa. Así que para celebrar el ascenso a la Primera División, la tienda creó 20.000 condones con el escudo del club.
Y por si todo esto no os ha provocado que os hagáis fans ya mismo, antes de cada partido, en el estadio suena Hells Bells.
Un beso.
Escrito por Jake|11 de Agosto 2010 a las 01:58 AM|Yo ya era fan con sólo ver la primera imagen. La bandera pirata con casi mi nombre. A medida que fui leyendo aumentaron los puntos de fanatismo.
Ya lo decía yo, Alemania rules!
Un bico
El Replicante es Tuxina|11 de Agosto 2010 a las 12:25 PMAlemania no. St. Pauli rules!
El Replicante es Jake|11 de Agosto 2010 a las 05:24 PM