SHREK 4

Felices para siempre. Así es como se sentía el 99% de la gente que estaba ayer por las calles de Madrid. Todos con sus camisetitas rojas, sus banderas, sus bufandas. Yo de paso fui al cine a ver Shrek 4, con una sala cuasi vacía. No hay nada mejor. Eso sí, cuando salimos del cine y subimos por Plaza España hacia Argüelles se desató la locura. Y nos encontramos a los jugadores y todo el mundo se volvía loco.

Shrek 4, es un poco más de lo mismo. ¿Qué queríais? Los mismos gags, las mismas chorraditas que en la primera tanta gracia nos hicieron, incluso las mismas secuencias. Es una peli entretenida, divertida en algunas partes, aunque que no propone nada nuevo. Una cuarta entrega en el que piensan ganar un dineral inconmensurable entregando un producto todavía de calidad, aunque a muchos ya nos canse.

La historia es la versión made in ogro de la película Qué Bello es Vivir. Shrek de repente deja de existir en el mundo y todo cambia. Para mal, por supuesto. Así que tiene que volver a empezar todo de nuevo. Y empieza todo de nuevo demasiado rápido. La situaciones se agolpan y el final es demasiado rápido. La propuesta hubiese sido más interesante de que se sumergiesen un poco más en la vida sin-Shrek. Una hora y media de peli es muy poco.

La clásica peli de verano para niños y niñas donde pasaréis un buen rato y podéis guardar vuestro cerebro en el armario.

Un beso.