LA CAJA

Si de repente aparece un hombre trajeado a tu casa y te dice que, a cambio de que aprietes el botón pasarán dos cosas: una es que una persona que no conoces morirá; la otra es que recibirás un millón de dólares. ¿Alguien no pulsaría el botón?

Todo el tramo del dilema moral, mola. El problema de sacar una película de un relato corto es que tienes que añadir algo en medio. Y ahí es donde a Richard Kelly se le va la olla y algo más.

Y ahora vienen spoilers.

Todo lo que ocurre después, con la historia del tío que se le mete un extraterrestre en la cabeza y empieza a actuar como un loco, las puertas a otros mundos por medio del agua o lo que el niño se quedará ciego y sordo para siempre a menos que le pegue un tiro a la esposa es tan ridículo que no salva la buena impresión que daba al principio.

Durante toda la película esperaba que hubiese una metáfora con algo. Que tuviese todo algún puto significado que no había. Simplemente, una gilipollez después de otra.

Cierre de spoilers.

Más le valdría haberse centrado en la idea del relato original, porque lo que propone él "como suyo" es una soberana memez.

Un beso.