AMOR PARA TODOS

El 10 de noviembre de 2004 fui a mi primer concierto de Rammstein. Y flipé, la verdad. Ayer, exactamente cinco años después, vuelvo a por más.

Rammstein sigue siendo espectáculo en estado puro: lanzaron fuego por la boca, tiraron petardos que parecían bombas nucleares, fuegos artificiales y demás mandangas que hacen que valga la pena pagar los cuarenta y cinco euros de la entrada. Metieron a un tío en una bañera, Till Lindemann -el cantante- ascendió por un ascensor y empezó a tirarle fuego... Incluso coguieron un barquito de plástico y uno de ellos -el teclista- se dio una vuelta por la pista, impulsado por las miles de manos del público en general. Eso fue lo bueno.

Lo malo es la lista de canciones que han decidido tocar este tour. Horas antes, vi el listado de los conciertos de Berlín y Lisboa y fue clavado al que hicieron en Madrid, aunque el orden de las canciones lo cambiaron. ¡Qué original! Y fue una mierda.

Entiendo que vienen a promocionar su disco nuevo, Liebe is für alle da (El amor está ahí para todos), pero deberían portarse más con un público que hace tantos años que no ven. Tocar cuatro canciones del disco nuevo y el resto de sus clásicos. Pero no, lo hicieron al revés y eso me toca las pelotas. A mi y a todo el mundo. De hecho, hubo momentos en los que estaba pensando en mis paranoias mentales que en lo que cantaban esos teutones.

La lista de canciones:

1. Rammlied
2. B*******
3. Waidmanns Heil
4. Keine Lust
5. Feuer frei!
6. Weisses fleisch
7. Wiener Blut
8. Frühling in Paris
9. Ich tu dir weh
10. Liebe ist für alle da
11. Links 2-3-4
12. Haifisch
13. Du hast
14. Pussy
15. Benzin
16. Sonne
17. Ich will

Las comparaciones son odiosas, pero me moló mucho más el de hace cinco años. Y creo que es por dos motivos: el primero es porque fue la primera vez que los veía en directo y no tenía ni idea de qué me iba a encontrar. Ahora sí que lo sabía. Y segundo, porque hace cinco años presentaban Reise, Reise, que es uno de esos pocos discos que me gustan todas sus canciones y todo lo que tocaban, molaba.

Lo que más me gustó, en realidad, fue que al salir del concierto de Rammstein, en las puertas habían quinceañeras en tiendas de campaña esperando a las puertas del Palacio de los Deportes porque mañana tocan los Jonas Brothers. Eso sí que es jivi.

Un beso.