No hay que ser un genio para saber que las películas de Quentin Tarantino nunca se llevarán un Oscar. Básicamente porque él se decanta por hacer cosas que le molen al público y a él mismo antes que le gusten a cuatro viejos estudiosos del séptimo arte. Y ojalá sea así por muchos años.
Pero en esta película no llega. Intenta hacer una gamberrada de las suyas de tamaño épico, pero no lo consigue. Intenta hacer una película más dramática... pero tampoco llega. Yo quería ver una burrada de película, pero eso sólo me lo he encontrado a un 50%.
Las escenas que molan, molan. Pero hay pocas. La mayor parte de la peli se la deja a largas y bastante inexplicables escenas que podrían haberse obviado y que sólo sirven para alargar la película. Si al menos fuesen diálogos ingeniosos al estilo tarantiniano... pero no. Sólo mola la mitad de la película.
Y las interpretaciones tampoco molan. Brad Pitt actúa como el culo: parece Popeye disfrazado de soldado. Diane Kruger sobreactúa más que nadie. Sólo Christopher Waltz, el malvado nazi, el que lo hace bien. Suficientemente bien como para llevarse el premio a la Mejor Interpretación en el Festival de Cannes. Sorprendente el cameo de Mike Myers.
En fin, que me ha gustado a medias. Que me parece que Tarantino cada vez se olvida más del guión. Y que las cosas que molan y que tan bien sabe hacer, no se ven lo suficiente.
Un beso.
Escrito por Jake|19 de Septiembre 2009 a las 01:12 AM|Tienes razón en que la película se queda como a medias, te deja con ganas de que remate con alguna genialidad.
Me encanta la escena de la "conversación" en italiano xDD y la escena de ella en la ventana. Y, como siempre, cuida mucho la banda sonora.
El Replicante es Inagotable|21 de Septiembre 2009 a las 11:23 AMLa conversación en italiano es la mejor conversación de la película.
El Replicante es Jake|21 de Septiembre 2009 a las 11:32 AM