CHICOS Y CHICAS

Cuatro tíos llegan a un albergue. Dejan sus cosas en la habitación y ahí conocen a cuatro tías. Francesas. Así que los cuatro tíos y las cuatro francesas se van de marcha juntos.

Al volver, bastante borrachos, los ocho se meten en la habitación de las francesas. Y como dos y dos son cuatro, cada tío se va con una de ellas. Y cuando están a punto de meterse en sus bragas...

... Aparecen cuatro franceses por el albergue. Cuatro tíos que son, casualmente, las cuatro parejas de las francesas y que no se toman muy bien que sus chicas se estén liando con cuatro españoles. Así que hay gritos, mala leche y muchas ganas de darse de hostias.

Al final, los cuatro franceses se quedan a dormir con sus respectivas. Las francesas van a tener que dejarse dar por el culo para contentar a sus churris y los españoles se hacen una gayola como en los viejos tiempos.

Si crees que la culpa de que las cosas salieran mal es de los cuatro españoles por pensar sólo con la polla, pasa a la página 111.
Si crees que la culpa de que las cosas salieran mal, porque las cuatro francesas son unas zorras, pasa a la página 222.
Si, por el contrario, crees que la culpa es de los cuatro gabachos que cortan el rollo, pasa la página 333.
Si crees que la historia ha tenido el final feliz. Ve a la última página del libro.

Un beso.