Fue un ménage à trois en toda regla. Dos chicas: una rubia, otra morena. Bajitas -en comparación conmigo-, normales -en comparación del resto- delgaditas y con culitos respingones.
La verdad es que no sé cómo pasó realmente. Estábamos bebiendo tranquilamente todo el grupito en nuestro bar habitual. La cerveza corría a borbotones. Corría demasiado rápido. De hecho, antes de que yo pidiese nada ya tenía un botellín en la mano.
En realidad, mi idea era pasar el rato con Ella. Y lo pongo en mayúsculas porque es así de la única manera de la que hablo con ella. Así que seguimos el mismo ritual: nos vamos a un ladito y nos ponemos a hablar. Hasta ahí todo perfecto.
Luego, como se larga y tal, le habíamos comprado unos modelitos ideales de Zara que le encantaron y nos lo obsequió con un beso. Y que corriera -más si cabe- el alcohol.
No sé por qué, la gente nos empezó a abandonar muy pronto. Sí, hoy había que ir a trabajar, pero un día es un día. Acabamos tres chicas y yo, como cubas, discutiendo si Jim Carrey mola o no. Y, como pasó antes, una de ellas se largó y nos dejó solos.
La idea original era irme con Ella a mi casa y gastar la caja de condones de una tacada. Pero, de repente la otra chica empezó a hacerse insinuaciones. Bueno, primero a mi, pero como yo estaba centrado completamente en Ella, pues pasé. Sólo faltaría que por seguirle el rollo a la Otra, se jodiera lo primero. Naaaah, no soy tan tonto.
Nos fuimos a nuestra siguiente parada: tomar mojitos. Y fue ahí donde las chicas empezaron a tirarse los trastos. A insinuarse cosas. A tocarse y a decirse guarradas en el oído. Sí que se llevan bien, cojones.
Yo agarré a Ella por el pelo, le tiré un poco hacia atrás y le pegué un morreo. Cuando acabamos, la Otra estaba un poco cohibida, así que Ella se fue a la Otra y la besó. Y luego nos juntó las cabezas para besarnos. Vamos, que empezamos a enrollarnos entre todos. Bueno, de mi se acordaban de vez en cuando, porque ellas se pasaron la mayor parte del tiempo besándose entre sí. Y no me quejo, era algo bastante sexy.
Luego Ella y yo nos fuimos a mi casa e hicimos lo planeado desde un principio. Le pregunté por qué no había invitado a la Otra a casa para seguir con el rollo, pero me dijo que yo era solamente suya y, de repente, se abalanzó sobre mí.
Un beso.
Escrito por Jake|29 de Mayo 2009 a las 10:36 AM|¿Y cuando dice que puedo salir de farra con usté? Lo digo para no dejar cadaverés solitarios por el camino, que la Otra me ha dado pena...
El Replicante es MaY|29 de Mayo 2009 a las 12:01 PMY ahora nos dirá usted que el Barça ganó la Champions League...oh, wait
Por cierto, estoy con MaY :P
El Replicante es Inagotable|29 de Mayo 2009 a las 12:08 PMMAY: Para usted la Otra.
INAGOTABLE: Pues ya está. MAY ya tiene parejita: tú.
El Replicante es Jake|29 de Mayo 2009 a las 02:38 PMJajajaja ¡no vale!
El Replicante es Inagotable|29 de Mayo 2009 a las 02:48 PMQue sí, pirata.
El Replicante es Jake|29 de Mayo 2009 a las 03:04 PMVeo que últimamente te lo pasas muy bien, eh?
Besos salvajes.
Nada mal!
El Replicante es Zim|30 de Mayo 2009 a las 03:17 AMCarpe diem.
El Replicante es Jake|30 de Mayo 2009 a las 06:21 AM