LA MASACRE DEL 11-J

Hace exactamente una semana, hubo una masacre en mi empresa de encurtidos y otros alimentos avinagrados. Despidieron a doce personas, a los que ya conocemos como Los Doce del Patíbulo. Parece mentira, pero cada verano hay una marabunta de despidos y el curro se queda desértico.

Sorprendentemente, yo no he sido uno de los doce, aunque me hubiese gustado ser Charles Bronson. Si no me han despedido, no será porque trabaje mucho, porque lo haga todo bien o porque no me bronqueen continuamente. Yo creo que no lo han hecho precisamente porque soy al que más bronquean, al más vago y al más pasota de todo el lugar. Se necesita un equilibrio para que una multinacional como esta siga su curso y es mi espíritu típicamente español el que hace de esta multinacional en una multinacional española.

No tiene nada que ver que cobrase menos que a los que han echado. Y que el jefe fuese al bautizo de mis sobrinos. No. Tiene que ver que soy un superviviente nato. Como Charles "el dios de la guerra" Bronson.

Pero pongamos los principios económicos, por una vez, por encima de las paranoias y pensemos que se ha debido a la recesión/ crisis económica. Lógicamente, despedirán a aquellos que cobren más y sean más prescindibles. Entonces, ¿qué hay que hacer si te ofrecen un aumento? Por un lado bien, porque ganar más dinero significa ser más feliz, pero por otro no está tan bien, porque tienes más números para ser despedido. ¿Y si te ofrecen el aumento para tener una excusa para despedirte? Estos cerdos son muy listos.

Menos mal que lo que estoy diciendo no tiene ningún sentido. España no está en crisis. Nosotros somos felices. Y si vivimos en un país tan caro como Francia y cobramos la mitad, es simplemente porque somo unos chulos y queremos demostrarles a esos sucios gabachos que somos mejores que ellos.

Un beso.