Hoy he estado en Inglaterra. Todo ha comenzado cuando mi hermano, en su necedad más absoluta, ha dicho que pensaba que pensaba que Gibraltar era una isla. Así que para descubrirle la verdad, hemos cogido el coche y nos hemos ido para allá.
Ayer por la noche, la lluvia nos llegaba por las rodillas y pensábamos que acabaría arrastrándonos al mar. Afortunadamente conseguimos salir corriendo, nadando y medio volando y salir de ese micro monzón. Y digo micro porque cinco o seis kilómetros más adelante, ya no había ni lluvia ni diluvio.
Hoy el día ha sido mejor, afortunadamente, y sólo ha caído un poco de lluvia al mediodía, mientras comíamos en un american dinner.
Cuando hemos llegado a la Línea de la Concepción, el pueblo que hay antes de entrar en Gibraltar, me he dado cuenta que no llevaba documentación de ningún tipo. Se me había olvidado todo. No me iban a dejar entrar por la aduana. Si fuesen aduanas españolas, no habría problemas, porque somos muy pasotas. Pero de esos guiris no te puedes fiar. Lo que sí que tenía era una fotocopia del DNI de hace ocho años. Eso debería bastar.
Los dos o tres kilómetros que había de aduana estaba colapsado por colas de coches que también querían entrar. Así que los policías intentaban hacer su trabajo lo más rápido posible. Le enseñé el DNI de mi bro y detrás el mío, que apenas se veía. Lo importante es que el tío viese que había dos. Yo ni siquiera he bajado la ventanilla para dárselas. Y el tío ha echado un vistazo rápido y ya está.
Y así hemos entrado en Inglaterra. Que tiene el mismo efecto que Chinatown en Nueva York. Estábamos en el profundo sur y de repente tenemos carteles en inglés y a los viandantes les llaman pedrastas. Realmente Gibraltar no es nada bonita, y lo único que podría valer la pena es los restos de fortaleza que quedan. La otra atracción turística de Gibraltar son sus famosos monos. Yo no sé si eran los ingleses o los monos, pero todo el Peñón apesta. Y a los monos los hemos visto husmeando en basuras. Lo peor es el tráfico. Porque aunque se supone que estábamos en Inglaterra, las normas son las mismas que en nuestro país. Pero conducen con la mentalidad de la isla, y la verdad es que es un puto caos.
Unas horas después nos hemos largado, porque no había nada más que hacer. Otra vez he pasado la prueba de fuego y no me han dicho nada. Soy la demostración viviente de que la seguridad inglesa se viene abajo. Si en lugar de ser yo, hubiese sido Bin Laden, estaríamos hablando de una catástrofe de proprociones épicas. Suerte tienen de que sea tan bueno.
Un beso.
Escrito por Jake| 4 de Octubre 2007 a las 12:37 AM|es que has de tener cara de bueno, dijeron "mira, que bueno se ve el tipo" y te fuiste antes de que te pidieran tu numero (?)
saluditos.
El Replicante es Morrigan.| 4 de Octubre 2007 a las 03:58 AMPues llevaba gorra y gafas de sol.
El Replicante es Jake| 4 de Octubre 2007 a las 08:26 AMbAH! HUBIERA MOLADO SI EN VEZ DE LLEVAR GORRA HUBIERA LLEVADO TURBANTE
¿Ha comprado galleticas de mantequilla y toffes?
El Replicante es apio| 4 de Octubre 2007 a las 04:31 PMla verdad esque en mi vida me habria planteado un viaje a semejante lugar...
que asco no?
si solo hay monos y atascos ... en fin
que desencanto
APIO: No he comprado nada, porque no llevaba libras encima.
ERIKA: E ingleses. Muchos ingleses.
El Replicante es Jake| 4 de Octubre 2007 a las 05:39 PM