VAGUEZ PROFESIONAL

Hace pocos días saltaron todas las alarmas. Fernando Sánchez-Dragó, escritor, presentador de televisión y, sobretodo, el tío más aburrido del mundo, admitió que él no había escrito su último libro, Libertad, fraternidad, desigualdad. Derechazos.

Todo pasó el otro día justo antes de entrevistar a Ana Botella, delegada de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y esposísima de Aznar (Ánsar para los amigos), en el programa que dirige cada noche en Telemadrid, Diario de la noche. Algún cámara se dedicó a grabar la conversación y luego la subió al Tubo para que todos nos riéramos de él.

Al parecer en la portada del libro pone una coletilla que dice que "es un diálogo palpitante y ameno" entre el señor Dragó y su amigo Antonio Ruiz. Aunque es todo mentira. Primero porque Sánchez Dragó es todo menos "ameno". Y segundo porque, en realidad, era un corta y pega que hizo el señor Ruiz de antiguos artículos y declaraciones de Dragó.

Curioso que se excuse diciendo que no tiene tiempo para escribirlo, pero en cambio, sí tiene tiempo para subir todos los fines de semana a un pueblo de Soria, y hacer todos los días 25 kilómetros en bicicleta todos los días y tener 3 bypasses.

Mucho morro es lo que hay. Porque, vamos a ver, que todos sabemos que ningún futbolista tiene suficiente capacidad neuronal para escribir ningún libro él solito. Ni los famosos de la tele. Incluso creo que casi ningún político. Pero que ni los escritores escriban sus propios libros, ¡hay que joderse!.

Ahora ya no nos podemos quejar de que Ana Rosa Quintana, presentadora y empresaria, copie los libros de Danielle Steele y las portadas de su revista. Ahora incluso me parece bien. Un gran método para conseguir el libro del año. Mezclas el señor de los anillos, Harry Potter, Mundodisco y mucho sexo, y ¡alehop! el best seller más grande de la historia después de la Biblia.

Un beso.