LA SISI

Acto 1: En la calle.
- Espero que te guste lo que he preparado para nuestra primera cita.
- ¿El qué?
- He reservado una mesa en el Italiano's y después he comprado dos entradas para ver la nueva película de John Cusak, que sé que te gusta mucho. Y luego podíamos ir a tomar una copa a…
- Serás machista…
- ¿Cómo?¿Perdón?
- ¡Qué eres otro cerdo machista!
- ¿Por?
- ¡No me trates como a una cosa rara! A las mujeres nos gustan que nos traten como a personas. ¡Seguro que con tus amigos no haces esas cosas!
- Fuimos al cine el sábado pasado.
- ¿Y el restaurante? ¿Cuántas veces vais a cenar todos juntos a un restaurante tan selecto?
- Todas las semanas.
- ¡Me da igual! Quiero que me trates como a una persona igual a ti. Quiero… quiero que vayamos a ver el fútbol.
- ¿Pero tú no despreciabas eso?
- ¡Y compraremos un pack de cervezas! Y… y… ¿qué más compráis los tíos?
- ¿Alquilar una peli porno?
- ¡Serás machista! ¡Nunca cambiarás!.

Acto 2: Viendo el partido.
- ¡Eso era penalti! ¡Árbitro cabrón!
- ¡Claro que sí! Penalti y tarjeta de esas… de las de expulsarle… ¿moradas?¿ocres?
- Sabes lo que es un penalti, ¿no?
- Por supuesto es “castigo” en inglés y ahora… a los jugadores, emmm… les abren un expediente disciplinario, les dan dos pam-pam en el culete y les ponen de cara a la pared durante veinte minutos…
- Bufff, ¿quieres una cerveza?
- Prefiero un licor de menta.
- No tengo.
- ¿Es que en esta casa solo hay cosas de hombres? Sólo cervezas y spray de afeitar y cosas por el estilo. ¡Pues quiero licor de menta!
- ¿Y por qué no has comprado una botella cuando hemos cogido la cerveza?
- Si tú no sabes lo que quiero yo no tengo por qué decírtelo.
- Otra vez será. ¿Llamamos a que nos traigan una pizza?
- Y pídeme una Coca.
- ¿Light?
- Ya estamos otra vez…
- ¿Qué pasó ahora?
- Que como soy una mujer, tengo que pedir light porque nosotras estamos obsesionadas con nuestro cuerpo y…
- Pensaba que te preocupabas por tu línea.
- ¿Entonces me estás llamando gorda?
- ¡Claro que no!
- Entonces es que estoy demasiado esquelética, ¿no? ¡Sólo soy una zorra anoréxica!
- ¡Yo no he dicho eso!
- No tienes que decirlo. Puedo leer tu mente.
- Dios…

Acto 3: Y llega la pizza.
¡Ding Dong!
- Voy a por la pizza.
- No. Deja que vaya yo.
- Bueno, pues toma el dinero.
- Vivimos en el siglo XXI, ¿sabes? Las mujeres nos hemos liberado y ahora somos capaces de pagar una pizza cuando queramos.
- De acuerdo, pues págala esta vez tú.
- Mi madre ya me dijo que no quedaban caballeros por el mundo…
- Pero si has dicho que…
- ¿¡Qué!? ¡Tenías que haber insistido un poco más!
- No hay quien te entienda.
- ¿Ah, no? Claro porque soy una mujer y todos los estereotipos están metidos en tu cabeza de neandertal, ¿no?. Pues que sepas que soy una mujer independiente que sabe perfectamente lo que quiere.
- ¿Y qué quieres?
- Que me trates como a la dama que soy.
- ¡Pero si no me dejas!
- Se puede ser un caballero y no ser un cerdo machista.
- Si tú lo dices…

Acto 4: En el coche.
- ¿Me acompañas a casa?
- Claro. Deja que te abra la puerta de coche.
- No soy manca, ¿sabes?.
- Tendrías que llevar el bolso en la boca, si así fuese.
- ¿Así que sólo soy tu perra?
- ¿Cuándo he dicho yo que…?
- Si quieres me pongo a cuatro patas y me pongo a ladrar.
- Anda sube al coche.
- Ahora no quiero. Cogeré un taxi.
- De acuerdo. Buenas noches.
- Maldito hombre. Encima que te pago la pizza y ni siquiera me puedes pagar un taxi…
- ¡Yo he pagado la pizza!
- Eso es lo de menos. Págame el taxi. No seas rata.
- ¿Rata? Pero si me he gastado cincuenta euros…
- ¿Y eso es lo que cuesto, no? Pues la próxima vez me das el dinero por adelantado, te la chupo y nos despedimos. Maldito cerdo.
- ¿¡Cincuenta euros por una mamada!?
- Ah, ¿así que pretendes que me acueste contigo en la primera cita? Yo no soy una de esas zorras con las que estás acostumbrado a salir. Necesitaré un par de meses para pensarme si me acuesto contigo o no.
- ¿Sabes? Toma estos veinte euros y no vuelvas. Pesadilla de persona.
- ¿Me estás dejando? Claro, como no he sido tu puta, me tiras a la basura, ¿no?. Pues vale, adiós.

Epílogo: En casa de él.

Ring, ring.
- ¿Diga?
- Hola, John. ¿Qué tal el día?
- No muy bien tío. He salido con Alex, la chica del videoclub.
- Uyy, no te la recomienda. Esa tía se ha pasado por la piedra a todo el barrio. Le llamamos la Sisi.
- ¿Por?
- Siempre dice que sí a todo.

(Basado en hechos reales)

Un beso.