EL SUICIDIO ES COOL

Parece que esta ha sido la semana de los suicidios, ¿verdad?. Yo pensaba que el momento justo era a finales de año. Pero hay gente que siempre han ido un poco retardados. En fin, chicos y chicas con la personalidad de un ladrillo que tenéis que seguir las tendencias más in, ya podéis seguir esta nueva tendencia revolucionaria: suicidaros. Pero tiene que ser con pastillas, ¿eh? Si no, no molaréis.

Un momento... Vale.

Por un momento, he considerado que lo que estaba diciendo era de mal gusto, pero mi cerebro ha seguido diciendo "¡más!, ¡más!, ¡más!". Así que yo sigo. Primero murió Érika Ortiz la hermana de la princesa Letizia. Se suició con pastillas. No era feliz, y lo comprendo. Imaginaos estudiar Bellas Artes y, después de mucho tiempo, tener que acabar trabajando en Globomedia gracias a que tu hermana se casa con el príncipe Felipe. Por muy bien que vivas, siempre hay un punto de amargura. Y la pobre no lo pudo soportar.

No sería mi caso, claro. Ni de la gente con un poco de morro. Lo importante es ganar dinero. Y conseguirás la felicidad de otra manera. Por ejemplo, comprándote la Wii o viajando por el mundo.

Aunque yo considero el suicidio es de cobardes. Y más en su posición. Porque si estás en bancarrota y vives debajo de un puente, pues mira, es comprensible. Pero no en su postura. Y menos con una criatura de seis años por ahí. Siempre hay que pensar en los niños. Este, por ejemplo, acabará traumatizado para siempre. Y venderá droga en las esquinas. Ya veréis.

Pero realmente la muerte más impactante ha sido la de Anna Nicole Smith, aquella neumática conejita de Playboy que se ligó a un multimillonario de ochenta y ocho años y con el que se olvidó del dinero por una temporada.

Su marido, el difunto J. Howard Marshall le pusó dos tetas de cinco o seis kilos, y entre eso y su cara de Marilyn Monroe -rubia platino y con cara de zorra- el pobre hombre la espichó un año después de la boda.

Durante más de diez años, la conejita peleó por conseguir los 1.600 millones de dólares que el magnate tenía como herencia. Mientras tanto, seguía trabajando para Playboy haciendo escenas sexys para Playboy. O trabajaba en su propio programa de televisión, The Anna Nicole Smith Show y, por supuesto, en la película Agárralo como Puedas 33 1/3 con Leslie Nielsen.

Se quedó embarazada -con 38 años- y decidió emitirlo en directo a través de su página web. Tres días después, su hijo de 20 años moría por mezclar metadona con fármacos antidepresivos.

Además, los costes de los juicios y su vida frenética habían hecho estragos en su cuenta bancaria. Tanto es así que tenía una orden de desalojo de su mansión Todo eso provocó que tuviera una depresión de caballo, al parecer la depresión es genética. Y al final murió como su retoño: con medicamentos. Para que luego digan que él no tiene sentido del humor. She's gone.

Un beso.