LADRILLO

- Seguro que parecía desquiciada cuando te llamé ayer. Debes olvidarlo. Así es como puedes ayudarme, es sólo… por favor, olvídalo. Brendan, sé que estás enfadado con toda esa gente porque crees que me alejé de ti para estar con ellos. Pero debes comprender que esa fue mi decisión. No te enfades si quiero estar en un lugar que es diferente al tuyo, ¿vale?
- ¿Quién te dijo que dijeras eso?
- No sigas molestando a Dode. Es un buen amigo.
- ¿Y qué soy yo?
- Eso. ¿Qué eres tú?. Comiendo aquí, con odio hacia todos. ¿Qué te hace pensar que puedes juzgar a los demás? Dios, yo… yo realmente te amé mucho. No lo soportaba. Debía estar con otra gente, ya no podía controlar mi vida contigo. Lo siento, Brendan.
- Vuelve conmigo, yo te protegeré.
- ¡No!. No quiero que me aísles de nuevo. No, ¿de acuerdo?. Vine a despedirme, ¿vale? Para siempre. Haz todo lo posible para olvidarte de mí. Me lo tienes que prometer, ¿vale?. Tienes que prometerme que no... que no te torturarás. Por favor. Que vas a... a olvidarme. Sólo olvídate de mí.

Un beso.