HA LLEGADO PAPÁ NOEL

¿Qué tal? ¿Se ha portado bien Santa estas Navidades? Conmigo no. Bueno, sí. Bueno, no... Veréis, se ha portado bien porque por una vez en casi diez años, se ha dignado a traerme algo. La verdad es que nosotros no solemos celebrar este 25 de diciembre, ni con Noeles, ni con troncos, ni nada de nada. Nos tira más la sangre azul.

Lo malo es que los regalos han sido dos jerséis. Bueno, al final será uno, porque el otro no me iba bien. Y es una pena porque es un jersey de Ralph Lauren, que no creo que me ponga nunca. Quizás en alguna comida familiar para contentar a mi santa madre, pero no más. Y la putada es que tales objetos cuestan un ojo de la cara.

Pero no soy el único descontento. A mi hermano le ha traído un reproductor portátil de DVD que cuesta otro pastón. Pero que él no quiere. Y no lo quiere porque para ver películas y polladas ya tiene su ordenador. Espero que Papa Noel se digne en enviarnos los recibos por giro postal, porque si no, tenemos un problema. Le he enviado un e-mail para que el año que viene nos de efectivo, o en su defecto, una de esas tarjetitas tan monas del Corte Inglés, a rebosar de pasta gansa.

Pensaréis que somos un quejicas que deberíamos estar agradecidos por lo que nos ha traído el Bondadoso Gordinflón Barbudo (podría pasar por esa descripción excepto por lo de bondadoso), pero hubiesemos preferido que no se malgaste tanta pasta.

No, no penséis que somos personas difíciles. La mitad de lo que costaba uno de esos jerseys, podría haberme traído el Guitar Hero 2, con otra guitarra claro. Y es que con las dos guitarras y el micro podríamos organizar un concierto de Nochebuena que ni los de Woodstock.

También me hubiese gustado tener esto:

Se titula Santa conquista a los marcianos y es una película rodada en 1964. La película trata de que los marcianos secuestran a Papá Noel para impedir la felicidad de los niños de la Tierra. Pero en Marte, Santa les enseñará a los niños marcianos el verdadero significado de la Navidad. Es cutre de cojones. Con un momento estelar en el que el Viejo Bonachón se lía a hostias con un robot alienígena hecho de papel de aluminio.

¿Veis como no es tan difícil regalar cosas?

Un beso.