QUIERO SER TU TRACI LORDS

¡Lean este post con esta música y métanse en el papel!.

Es difícil razonar sobre el pensamiento conjunto de la humanidad. Se puede saber que el 89% de los hombres harán cualquier cosa por un buen par de tetas. O que ell 95% de las mujeres son unas consumidoras compulsivas. O que el 97.5% de todas las encuestas han sido claramente inventadas. Pero no hay nada que realmente sea común al 100% de la población.

Al igual que algunas mujeres sentadas en círculo sobre una tarrina de dos litros de helado de chocolate bajo en calorías pregonarán eso de que todos los hombres son iguales, unos tipos sentados en la barra de un bar discutirán acerca de cuán putas son las mujeres. Claro son casos puntuales. Son generalizaciones.

Son tan puntuales como el que tenemos a continuación. Traci estaba sentada encima de John. Desnuda con vaivenes que hacían que sus enormes pechos puntiagudos se moviesen arriba y abajo. La delicada cara de la chica se enrojecía ante la proximidad de un orgasmo. Entrecerraba los ojos y pegaba pequeños gemiditos. Cuando pensaba que estaba a punto de correrse, John le dio la vuelta y empezó a penetrarla por el culo.

-Vamos guarra, gime- dijo John, entre gemido y gemido.
-¡Oh, si rómpeme el culo, nene, rompeglll- respondió ella.
-¡CORTEN!.

Las luces se apagaron y un hombre con una gorra roja se acercó. Dijo que habían estado bien pero tendrían que repetir toda la escena anal. En la pleícula, "Traci I Love You" tenía que salir todo perfecto. Les dejaría quince minutos para que descansaran.

Cuando estaban en el camerino, Traci recibió un montón de cartas. De admiradores que querían poseerla y la deseaban. Que harían cualquier cosa por ella. Era la porn-star más grande. Hasta hoy.

Volvió a la escena e hizo lo que el director quería. Estuvieron varias horas follando con otros actores. Un anal. Un sexo con dos hombres de color. Uno con otra chica. Todo lo que pedían. Al fin y al cabo, tenía que acabar a lo grande.

Cuando acabó el rodaje, Traci llamó a todos los miembros para celebrar su cumpleaños. Partió un trozo de tarta para cada uno de ellos y les dio champagne para beber. Se divertían hasta que a John, el actor, se decidió a preguntarle: "¿cuántos años tienes?".

Ella sonrió medio coquetamente y medio maliciosamente y contestó:" acabo de cumplir dieciocho".

En la fiesta todo el mundo se cayó. La música se entrecortó. Habían estado rodando con una menor de edad. Se les iba a caer el mundo encima. Les iban a meter en la cárcel. A todos. Incluso algunos tiraron la tarta y la copa y se marcharon corriendo. Abrieron la puerta y unas grandes luces les cegaron.

- ¡Alto, Policía!.

Al final, acabaron todos en la cárcel. Y Traci, a parte de conseguir hacerse rica con el rodaje de sus películas, y conseguir mucha fama, consiguió que se prohibieran todas sus películas en las que era menor de edad.

Pese a todo, pese a odiar a Traci por haberles jodido el negocio, ninguno dudó un instante en darse cuenta que habían conocido a toda una leyenda.

Un beso.