ENEMIGOS PUBLICOS (9ª PARTE)

El albergue al que hemos ido es una puta mierda. Es sucio, los vateres no funcionan, es imposible que te salga el agua caliente...

Pero lo peor de todo, probablemente, es la gente con la que compartimos habitacion, era un poco raros. Estaba el argentino, al cual ya he mencionado antes, y el ser al que llamabamos Siniestro.

Siniestro es un australiano de metro sesenta y pocos, delgado, con el pelo casi rapado. Siniestro es cura. O estudia para serlo. No ha llegado a quedarme claro. Tiene dos tatuajes con motivos religiosos. Da un poco de miedo.

Ademas, Siniestro, es un chico solitario, que se pone a leer en la cafeteria del albergue hasta que se pone el sol. No habla con mujeres. Solo responde quedamente.

Lo peor de todo, sin embargo, es como mira. No para de acosar visualmente a las chicas de la habitacion.

El dia de fin de anyo, Siniestro estaba en la habitacion practicando uno de sus hobbies favoritos: doblar calcetines y volver a colocarlos en la maleta. Se tira asi horas. Anna, una de las amigas de Azid, se empezo a poner unas medias, ensenyandole todo el culo, lo que llevo a Siniestro a un estado que jamas pensaba que entraria. Por si fuera poco, luego Azid se estaba probando el traje de noche, diciendo cosas como antes no tenia las tetas tan grandes, porque me iba bien. La noche siguiente, Siniestro se paso la noche pajeandose pensando en cuerpos de mujeres.

Pocas horas antes de que nos fueramos, Siniestro se ha marchado. Ha sido una despedida corta y seca: un bye, por nuestra parte, un see ya por la suya.

Un chico muy raro, que ademas, esta manyana me ha golpeado en el pie.

Un beso.