18 de Noviembre 2005


27

Subía pesadamente los escalones de la RENFE, mientras escuchaba un poco de Rammstein. Había muy poco gente porque eran casi las doce de la noche, pero preferí no sentarme en ningún banco, porque en todos había alguna persona.
Me apoyé en una pared cercana a la basura. No sé por qué, suelo apoyarme cerca de las basuras. Supongo que porque es un sitio que siempre está vacío.

Mientras resoplaba del cansancio, pensaba en mil cosas diferentes. Pensaba en aventuras roleras que jamás saldrán a la luz. Pensaba en las canciones que escuchaba. En lo cansado que estaba. En qué haría en mis juegos favoritos. Esas chorradas. Cuando subió por los mismos escalones que yo un chico.

Debía tener unos 27 años. Llevaba una chupa de cuero y debajo una camiseta negra. Vestía con unas mallas negras y unas botas de punta de cuero. En su cabeza adornaba graciosamente una boina gris.
Sacó unos auriculares de un bolsillo y empezó a escuchar música. Mientras la escuchaba bailaba ligeramente, dando medias vueltas y extraños movimientos con los pies. Los giros y semigiros me dejaron algo acojonado, claro. Y respolé con disgusto.

Llegó el tren de la vía de enfrente y el chico seguía moviéndose al ritmo de la música que escuchaba. Intenté pensar en qué debía estar oyendo, pero no se me ocurrió nada.
Entonces vi la luz lejana del tren que se acercaba. Andé unos metros y me coloqué en el mejor sitio que pude. A unos metros de una tía que jugueteaba con el móvil y del chico raro.

Cuando la luz del tren iluminó la estación, el resto de la gente que estaba sentada en los bancos empezó a moverse, lentamente. El chico se dio la vuelta, y se quedó mirando de espaldas a la vía, con los brazos alzados, respirando alegremente.

Un segundo antes de que el tren pasara, el chico se tiró. El conductor del tren no tuvo tiempo ni en pensar en frenar. La chica que jugueteaba con el móvil y yo acabamos encharcados en un oleaje de sangre, sesos y órganos del chico.

Ya sabía yo que tenía que llevar siempre paraguas.

Escrito por Jake|18 de Noviembre 2005 a las 11:38 AM|


Comentarios

Aventuras roleras que nunca llegarán a la luz?

Sabe usted que eso es negociable?

El Replicante es otsirc|18 de Noviembre 2005 a las 12:40 PM

Ah!

Definitivamente, el chico estaba escuchando lo último de Chenoa.

El Replicante es otsirc|18 de Noviembre 2005 a las 12:41 PM

Desde luego, hay gente desconsiderada. Y seguro que la factura de la tintorería la tiene que pagar usted. Ah, y al próximo bartardillo que se queje de lo mal que va el transporte público, le daré una fotocopia de su post...

El Replicante es Zeros Metallium|18 de Noviembre 2005 a las 12:54 PM

OTSIRC: Todo es negociable, mi querido Otsirc. Todo.

Sí. Debía ser "de muerte".

ZEROS METALLIUM: No creo que pensara en las consecuencias, el chaval.

El Replicante es Jake|18 de Noviembre 2005 a las 01:01 PM

Jo,mira que tuviste mala suerte,y no pudiste pillar algun órgano?.En el mercado negro se venden sin problemas y te dan un dineral.

El Replicante es mariajo|18 de Noviembre 2005 a las 07:21 PM

Tintorería, organos, chenoa..... son ustedes de lo mas cínico!!!!

que juventud por dios!

...por cierto, sabe si tenía un curro guapo, el chaval? ..porque a mi un cambio me iría bien...

El Replicante es goldhands|18 de Noviembre 2005 a las 07:30 PM

Jo, me ha encantado. Todo lo que signifique muerte en la renfe a mí me encanta, y si tiene que ver con los maquinistas mñas.

El Replicante es Azid|19 de Noviembre 2005 a las 12:51 PM

MARIAJO: Pues no, el tren pisaba los mejores órganos.

GOLDHANDS: Nahhh, tampoco mucho.

AZID: Me alegro que te guste, güey.

El Replicante es Jake|19 de Noviembre 2005 a las 02:13 PM


¡Al ataque!










¿Debo recordarte?