29 de Mayo 2004


MUERTE SOBRE EL ANKH (3ªPARTE)

La noche estaba siendo muy productiva para John Piedearcilla, miembro del Gremio de Ladrones de Ankh- Morpork. Había robado ha tres personas, y aún le quedaba sisar objetos en cuatro domicilios más para completar el cupo del mes.
Caminó tranquilamente por las calles oscuras, sin dejar que nadie le viese. Giró por otra esquina y vio un par de puntos rojos observándole.
John se quedó quieto, sorprendido de que alguien le hubiese detectado. Los ojos eran extraños... era como si estuviesen literalmente inyectados en sangre.
A lo mejor no me ha visto, pensó John. Se quedó expectante durante un minuto, esperando a que esos ojos desapareciesen o, otra opción un poco más real, que la persona dueña de esos ojos se largase.
Como por arte de magia, y, cumpliendo los deseos de John, los ojos desaparecieron. Esto, no obstante, hizo que el ladrón estuviese más intranquilo. ¿Estará aún allí o, se habrá largado?. Intentó ajustar su visión a la oscuridad. No vio nada. Sacó su daga oficial del Gremio de ladrones y encaró al peligro.
Cruzó la calle lentamente, atento a cualquier movimiento o ruido. De repente notó un pequeño contacto en la espalda... se giró velozmente empuñando la daga en la mano.
No había nada.
Caminó hacia una zona de la calle que estaba iluminada por una linterna.
-¡Buff!- sopló- ¡por un momento pensé que había llegado mi hora!.
SIENTO HABER LLEGADO TARDE.
Había aparecido una figura negra a su lado.
-¿Pero... pero...?- empezó John. Salió corriendo en dirección al callejón.
POR FAVOR, NO ME HAGA CORRER. YA SOY UN POCO MAYOR PARA ESO.
John se encontró a sí mismo en el suelo, desgarrado por la espalda. Un gran charco de sangre adornaba la mitad de la calle.
-¿Quién ha sido?- preguntó John a nadie en concreto.
ESE- dijo la Muerte, señalando hacia una esquina.
En un pequeño rincón de la calle, John pudo divisar una figura agachada devorando algo que parecía ser su hígado. Estaba demasiado oscuro para diferenciar nada.
-¿Qué demonios es eso?- preguntó John.
La Muerte titubeó un segundo.
¿ES ESO QUÉ LLAMAIS CINISMO?. INTERESANTE- dijo fríamente. Nunca le habían gustado los juegos de palabras, sobretodo porque ella no los entendía.
John siguió mirando sorprendido al ser.
-No me lo digas- dijo- A los magos se les a escapado otro ser de las Dimensiones Mazmorra, ¿no?.
NO. Y SI NO TE IMPORTA HOY TENGO EL DÍA PARTICULARMENTE OCUPADO CON OTROS... -meditó las palabras que iba a utilizar- PACIENTES.
Montaron los dos en Blinky, el gran corcel blanco de la Muerte, y se alejaron.

Escrito por Jake|29 de Mayo 2004 a las 04:54 PM|


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