Después de unas merecidas vacaciones de Semana Santa, vuelvo a la universidad para seguir con mi magnífica carrera.
Ayer llegué a Madrid a las dos de la mañana, y me he tenido que levantar a las siete en punto. Asqueado he ido a maquetación. Me jode que ahora tengo un güevo de tiempo libre hasta la siguiente clase.
No hay derecho.
Ahora que llega el buen tiempo, creo que me pondré a sobar el la fresca y verde hierba de la uni, rodeado por ardillas y jabalíes.
Además, parece que los cabritos de los profesores no paran, y ya desde el principio nos están metiendo mucha caña. Debería decirles alguien que necesitamos una semana de jetlag, o algo así, asin que dejen de torrarnos con trabajos kilométricos.
Después de la primera clase, y debido a mis deberes como jefe del Gabinete de Prensa del Festival Jóvenes Tocados por la Publicidad, he tenido que actualizar yo solito una puta base de datos entera, cuando yo iba con una cara de sueño de tres pares de cojones. Creo que lo han hecho por sadismo.
Incluso ayer, que tenía vacaciones debido a una terrible intervención odontológica, la profesora de RRPP, me llama para decirme que no hago ni el güevo y que está pensando despedirme del susodicho gabinete.
Así que para que la jodida finlandesa de los cojones no me quite los putos créditos, tendré que apechugar con todo lo que me lanzen, que no es poco. Lo primero que han conseguido, es que tenga que subir mañana por la mañana a una reunión "in-estremis" para la redacción del Dossier de Prensa y supongo, que la muy guarra no se cortará en darme un "estirón de orejas" por ser tan incompetente.
¡Un viernes, ni más ni menos!. Pensaba que no tendría que subir a la uni un viernes nunca más en lo poco que me queda de carrera. Pero no.
Y por si fuera poco, a mi izquierda tengo sentada a la zorra más grande de la universidad, y me dan ganas de pegarle una colleja y algo. Además creo que la tía se gira para ver que escribo, o para ver la página donde estoy.
Pues si en algún momento lees esto e digo: ¡zorra, más que zorra!.
Cambio y corto.
Un beso.