SINOPSIS

Bueno, pensaba que podría escribir cada día un poquito, escabuyéndome en cualquier ciber café que encontrase por mi camino, pero eso no pudo ser.
El día que escribí el anterior post, dormí sólo una hora (de 6 a 7 de la mañana) con algo de resaca, luego me levanté, y acompañé a un colega a buscar unos papeles de becas, pateándonos toda la Diagonal con una intensa lluvia.
Pasamos el tiempo hasta que la lluvia amainó y nos fuimos a la bonita Rambla de Catalunya ha tomarnos unas cuantas cervezas antes de comer, para abrir el apetito y esas cosas. Además, como no queríamos movernos mucho, comimos allí mismo las especialidades frankfurtianas del local.
Llamamos a la pequeña Lulu y recorrimos el Paseo de Gracia, admirando la Casa Vicens y la Casa Batlló, de Gaudí; luego llegamos a la magnífica Plaza de Catalunya, Via Laietana y esas zonas, hasta que decidimos en meternos en el cine, para ver la última de Almodóvar. La peli esta bien realizada y tal... pero me pareció que la historia era un poco mala.
Creo recordar que nos tomamos una cervecita mas por algún lado. Luego, nos fuimos hasta el Camp Nou a ver a cuánto estaban las entradas del partido que se jugaba al día siguiente, y luego nos paseamos por la facultad de Bellas Artes, donde la gente estaba en el bar tomándose unas cañitas...me parece qye la vida gira en torno de la cerveza.. ¿será posible?.
Luego volvimos en autobus a casa, porque andábamos algo destrozaos, mientras planeábamos la manera de arrancar una placa de una plaza para regalársela a un colega; puesto que el nombre de plaza es igual que su apellido. Subimos a casa, charlamos media hora, y me fui a sobar. Debían ser las nueve de la noche. A las diez de la mañana me levanté con un reparador sueño.
El día siguiente fue más aburrío. No pasó nada interesante hasta las siete de la tarde, más o menos, donde unos colegas casi me secuestran.
La cuestión es que estaba por la Via Laietana cuando recibí un mensaje de que tenía que llamar a Mick. Lo hicé y me dijeron que fuera corriendo hacia abajo, pal puerto, que no podían aparcar y tal y cual).
Diez minutos después (me negué a correr por ética profesional), me llevaron de nuevo a L´Hospitalet. Yo pensaba que el último día sería de trankis, cenaría en la casa, acostarse pronto y eso, pero no.
Bueno, así que estábamos Mick, Miriam, la compañera plasta de Miriam y el novio filósofo de la-compañera-plasta-de-Miriam, y yo en el coche.
No sé muy bien cuál era el plan pero creo que era que querían que Mick y yo les cocináramos, como ya hicimos el primer día, y luego jugar a algo.
La cosa se empezó a poner mal cuando me empezaron a poner pelis super-otakus (los frikis más obsesionados de Japón), sobre grupos japoneses muy raros.
Empezaron a mirar cartitas de caras de las cantantes esas japonesas, de un grupo que se llama Morning Musume, o algo así,y no nos hacían ni puto caso. Me empecé a rayar y me fui al bar de la esquina a tomar cañitas y ver el partido.
Subimos al cabo de un rato para decirles que llamaríamos al TelePizza en lugar de cocinar. Pero no nos hacen caso. Teníamos que hacerlo entre Mick y yo, que no tenemos ni idea de Barcelona, imagínate de Hospitalet. Así que les decimos que hay que ir a buscar las pizzas y nadie quiere acompañarnos, porque están demasiado ocupadas mirando cromos de japonesas.
Nos dicen la dirección del Telepìzza y vamos hacia allá. Yo iba más que picao por eso. Se suponía que eramos los invitados y nos estábamos comiendo todos los marrones.
Llegamos al Telepizza y nos dicen que allí no hay ningún pedido. Que es en otro establecimiento. Que tenemos que ir hacia allí. Y patearnos otros veinte minutos andando.
Y no pude más. Mi cabeza hizo ¡boom!. Así que cuando pasamos por la boca de un metro me metí dentro, me despedí del pobre Mick, y me fui a casa. Me preparé unas costillas y salchichas con puré de patatas y queso, y bebí zumo de frutas.
El último día ha sido el más normal. He recogido un poco la casa. He limpiado las cosas que ensucié y me he ido hacia el aeropuerto. Ahora estoy en casa.